Celso García de la Riega

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Sobre El Origen Y Los Apellidos De Colón

Curiosidades Sobre Cristóbal Colón

En la Historia del Almirante que escribió Hernando Colón sobre la vida de su padre, nos relata lo siguiente:

«Mas como el Almirante era gran nadador, y viéndose dos leguas o poco más de tierra, tomando un remo que la suerte le dio, y ayudándose de él unas veces, y otras nadando, gracias a Dios que para mayor suerte le salvó por dándole fuerzas para llegar a tierra, a pesar de estar muy cansado y obstaculizado por la humedad del agua que tardó varios días en recuperarse. Y como no estaba lejos de Lisboa, donde sabía que se encontraban muchos de su nación genovesa, en cuanto pudo se trasladó a aquí donde, siendo conocido por ellos, se le mostró tanta cortesía y tan cordial acogida. que tomó una casa en esa ciudad y tomó esposa»

Según la historia oficial, sería este mismo genovés, Colón, el que llegaría de nuevo a Lisboa, pero ahora como Almirante de la Mar Océano y Virrey de las Indias, volviendo del viaje de descubrimiento y conquista que acababa de realizar.

Su llegada no pasó desapercibida y cantidad de personas fueron a ver a los recién llegados. Fue, sin duda, el gran acontecimiento de aquellos últimos años del siglo XV. Sin embargo, si nos atenemos al relato de Colón cuando llego a Lisboa en el primer viaje, nos dice, Diario de abordo 1493:

Miércoles, 6 de marzo 

«Sabido cómo el Almirante venía de las Indias, hoy vino tanta gente a verlo y a ver los indios, de la ciudad de Lisboa, que era cosa de admiración, y las maravillas que todos hacían, dando gracias a Nuestro Señor y diciendo que, por la gran fe que los Reyes de Castilla tenían y deseo de servir a Dios, que Su Alta Majestad los daba todo esto.» 

Jueves, 7 de marzo 

«Hoy vino infinitísima gente a la carabela y muchos caballeros, y entre ellos los hacedores del Rey, y todos daban infinitísimas gracias a Nuestro Señor por tanto bien y acrecentamiento de la Cristiandad que Nuestro Señor había dado a los Reyes de Castilla, el cual dice que apropiaban porque Sus Altezas se trabajaban y ejercitaban en el acrecentamiento de la religión de Cristo.» 

Colón, no menciona en ningún momento a la comunidad genovesa, algo extraño, si tenemos en cuanta la cortesía y la cordial acogida que le hicieron ¿No se dio cuenta nadie de la gran comunidad genovesa de Lisboa, la misma que acogió a Colón cuando llegó aquí en 1476?

¿Seguramente ninguno de sus muchos amigos y conocidos genoveses tomó la iniciativa de escribir al Dux o al Consejo Aristocrático de la República de Génova alabando el enorme logro de ese compatriota suyo que ahora ascendía a las alturas de la fama?

¿Y cuándo el Almirante se presentó en una entrada triunfal en Barcelona, ​​recibido apoteósicamente por el pueblo y con gran pompa en la Corte, ningún delegado o representante tuvo interés en enviar la noticia a algún gran comerciante genovés? Da la casualidad de que en 1493, cuando el Almirante puso en frenesí a Barcelona, ​​en la corte aragonesa se encontraban dos embajadores de la República de Génova, Francesco Marchesio y Giovanni Antonio Grimaldo, que no pudieron evitar presenciar los hechos de aquellos días.

Porque en los archivos de Génova no se encontró ninguna correspondencia suya que relatase la hazaña del compatriota que sin duda entusiasmaría a todo el pueblo genovés.

Bartolomeu Senarega, Canciller de la República, elaboró ​​un manuscrito que describe los hechos ocurridos en el período de 1488 a 1514, que fue incluido en la colección “Rerum Italicarum Scriptores” publicada por Ludovico Muratori en el siglo XVIII. El texto de Senarega,  está incluído en el Tomo XXIV, editado en 1738: 

Es Senarega quien escribe, después de 1514, que los embajadores dieron cuenta en Génova, cuando regresaron en 1493, de los hechos llevados a cabo por Colón. ¡Pero en Génova no hubo reacción! Ni siquiera unos meses después del regreso de los embajadores, que se produjo después del 5 de agosto, fecha en la que firmaron un tratado comercial con los Reyes Católicos. El 4 de octubre, el Señorío de Génova escribe a los reyes Isabel y Fernando anunciando la llegada de los embajadores. Porque en esa carta no se hace alusión a lo que debe ser un gran motivo de orgullo para los genoveses, que su compatriota Colón fuera el presunto héroe del descubrimiento y conquista llevado a cabo en el Océano:

El silencio y la indiferencia de la República de Génova ante el papel de su supuesto ciudadano en el importantísimo acontecimiento es muy esclarecedor, y la conclusión es inevitable:

No hubo conexión o relación entre el Almirante Christóval Colón y Génova.

Estos argumentos demuestran el error histórico que identificó al almirante don Christóval Colón, según se documenta con el tejedor genovés Cristoforo Colombo.

Lo que comenzó tal vez como un simple desliz, rápidamente se propagó como la pólvora, con meras suposiciones aceptadas como si fueran ciertas, sus sucesivas repeticiones sin buscar confirmación, e inevitablemente, la distorsión de hechos que no encajaban, hasta llegar a la producción de falsos o manipulados. documentos. Todo ello era necesario y suficiente para que se aceptara y tolerara una suerte de solución a un enigma demasiado complejo.

Cuando Colón, escribió la carta del descubrimiento a Luis Santagel, esta fue enseguida traducida a diferentes idiomas. A la traducción latina de Aliander de Cosco publicada en Roma por Stephanus Planck el 29 de abril de 1493, en la misma hubo unas cuantas imprecisiones, pero la más influyente y ominosa contribución para establecer la confusión que dura cinco siglos la dio el obispo de Montepeloso, R.L. Corbaria, en el epigrama laudatorio al final de la traducción. El nombre del descubridor, que ya había sido escrito Colom en la edición de Barcelona por Pedro Posa, se transformó incorrectamente en Columbo.

A estas publicaciones de la carta en Roma (10 ediciones) siguieron varias otras reproducciones, en Florencia y Pavía (2) en la península itálica, París (3), Amberes, Leipzig y Basilea (3). De esta última ciudad tuvo lugar la propagación en el Sacro Imperio, a Estrasburgo, Núremberg, Augsburgo y Reutlingen (2).

Por otra parte, los delegados, representantes o consejeros secretos de los grandes señores se adelantaron a las ediciones impresas y en cuanto supieron del regreso de Colón, se empeñaron en publicar tan impactante noticia.

Se tiene noticia de la existencia de copia de una primera carta enviada desde Barcelona, ​​anónima y sin fecha pero fechada el 31 de marzo de 1493, dirigida al arzobispo de Tarragona, en la que se llama Coloma al almirante y se atribuye parentesco con el corsario francés Coullon:

En otra carta Data: 9 Abril 1493
Remetente: ANIBALLE ZENNARO
De: Barcelona
Destinatário: seu irmão, N. Zennaro, embaixador do Sacro Império Em: Milão
 

Magnífico frater honorandissime… y ver que en el mes de agosto pasado estos señores reyes, al mérito de una ídem la Colomba, se alegraron de que el predicho armaría cuatro carabelas, en efecto que decía que quería ir a el mar mayor y navegar tanto por una línea recta, por el oeste, con el propósito de llegar al este, que siendo el mundo redondo, necesariamente tenían que dar la vuelta y encontrar la parte del este, y cussl lo hizo … ellos fue a las casas de los vecinos y villas, diciendo que en aquella parte había venido homo misso de Dios: por esto toda aquella gente, siendo de buena fe, contrajo con el dicto Collomba et homini sue strecto amore et amistà, .. .dejaron el predicado Colomba allí homini de li sue. y antes de partir y fundar una fortaleza, la cual dejó provista de víveres y artegliaria… dicto Collomba ha vuelto a dreto, y ha tomado tierras en Lisboa, y ha escrito esto a este señor rey; y dicho señor rey le ha escrito que vendrá aquí inmediatamente. Creo que tendré una copia de la carta que escribió Epso y se la enviaré.

Como podemos apreciar en una misma carta le denomina: Colomba o Collomba.

El Rey de Portugal Joa II, en diferentes cartas remitidas a los Reyes Católicos, a la llegada de Colón a Lisboa, le denomina de diferentes formas: En la carta que le escribió en 1488, le llama al comienzo de la misma Xpoval Colon, y la termina con Xρistovam Collom, noso espicial amigo em Sevilha.

En la carta dirigida a los Reyes Católicos, 3 mayo 1493, a la llegada de Colón a Lisboa le llama dom christouam vosso almirante. 

En una carta del Papa Alejandro VI a los Reyes Católicos, 3 mayo 1493, Bula Inter coetera I: El Papa le denomina como: dilectum filium Christoforum Colon. En otra posterior, 4 mayo 1493, Bula Inter coetera II le vuelve a denominar dilectum filium Christoforum Colon

En una carta posterior del Rey de Portugal a los Reyes Católicos, 23 de mayo 1493, le denomina como dom christouam colombo vosso almirante. Esta carta es posterior a los dos del Papa. Es decir, difería del nombre del descubridor inscrito en la Bula que dio origen al conflicto latente y difería del nombre con el que se conocía al Almirante en los Reinos de España y del nombre con el que había denominado Joao II en la carta de 1488 en la que añadió nos especial amigo, parece claro que el motivo de. Esta denominación obedecía a una estrategia. Es decir, si D. João II se limitó a repetir el nombre que ya aparecía en las ediciones impresas de la carta a Santángel o si, en realidad, se trataba de el uso estratégico conveniente para alejar a los Reyes Católicos de la idea de que el Almirante no les era del todo leal y había venido a Portugal a propósito para informar que las islas descubiertas estaban situadas al sur del paralelo de Canarias, y por tanto en la zona portuguesa de en vigor el Tratado de Alcáçovas.

Mientras se desarrollaba esta situación de conflicto entre los Reinos Ibéricos,

difusión de noticias sobre islas encontradas por barcos castellanos en Occidente. Y, el 10 de mayo, Giacommo Trotti envió una nueva misiva a su señor, el duque de Ferrara. Para Trotti, que previamente le había enviado al Duque una copia de la carta de Annibale Zennaro donde el Almirante era designado por Colomba/Colomba, este Colomba, con el que no había contactado ni conocido, sería español, o al menos así era. lo designó en esta nueva Carta:

Carta 10 mayo 1493, remitente: Giacomo Trotti, destinatario: Ercole, Duque de Ferrara:

A mi muy ilustre señor, el duque de Ferrara,

Escribí hace unos días a Vuestra Excelencia acerca de aquellas extrañas islas que halló aquel español navegando, y le envié copia de una carta, a lo cual me respondió que si yo supiera algo más de ello se lo haría saber, . ..

Milán 10 de mayo de 1493.

A mi muy ilustre señor, el duque de Ferrara,

Escribí hace unos días a Vuestra Excelencia acerca de aquellas extrañas islas que halló aquel español navegando, y le envié copia de una carta, a lo cual me respondió que si yo supiera algo más de ello se lo haría saber, . ..

Milán 10 de mayo de 1493

14 mayo 1493, Remetente: Pietro Martire D’Anghiera, Destinatário: Giovanni Borromeo, Conde de Arona e Angera:

Volvió de las antípodas occidentales un tal Cristóforo Colonus, hombre de Liguria, el cual consiguió de mis reyes tres navíos para visitar estas provincias, con mucha dificultad, ciertamente, porque lo que contó se tomó por fábula. Pietro escribió varias cartas, en todas ellas le denomina: Cristóforo Colonus, hombre de Liguria
19 Março 1494, Remetente: Giambattista STROZZI de: Cádiz, Destinatário: Duquesa de Mântua 

El 7 de este mes llegaron aquí sanas y salvas 12 carabelas de las nuevas islas encontradas por Colonbo Savonês, Almirante del Océano por el Rey de Castilla.

El epigrama del obispo de Montepeloso, adulterando el nombre del descubridor, había comenzado a producir efectos, al igual que el origen inmediatamente señalado por Pietro Martir d’Anghiera. En el espacio de un año, el navegante Christóval Colón se transformó en un Colonbo de Savona.

Data: 23 Junho 1496, Remetente: Antonio Costabili, Destinatário: Duque Ercole I de Ferrara 

Aviso procedente de Hispania,

Que Collono, capitán de la flota española, que descubrió las islas encontradas en los años pasados, había llegado a Cádiz, y trajo gran cantidad de oro, del cual halló una veta.

El silencio esclarecedor de la nación genovesa

Habiendo entonces circulado en los Estados italianos, tanto la correspondencia personal (en Roma, Florencia, Ferrara, Milán, Mantua, Bolonia y Arona), como las copias impresas de la carta de Colón a Santángel (en Roma, Florencia y Pavía), hay una notoria ausencia de mucho Peso: Génova! ¿Será que el descubrimiento del Nuevo Mundo no era digno de ser publicitado en la República Genovesa, ni había interés en imprimir una edición de la carta? ¿Sobre todo teniendo en cuenta que Pietro Martire clasificó al almirante como ligur y que Giambattista Strozzi lo llamó savonés?

CONCLUSIÓN:

Tenemos que según la biografía de Hernando Colón, sobre su padre, Llega a Portugal y se establece con la colonia genovesa, que le recibieron bien y reconocieron. Sin embargo, su padre cuando llega a Lisboa, de regreso del primer viaje, no dice nada de la colonia genovesa ni tampoco que le fueran a visitar en el barco.

Tenemos las diferentes denominaciones con las que identifican a Colón:

Coloma en Castilla, también Colóm, y definitivamente a partir de 1491 Cristóbal Colón.

En Portugal, el Rey y su corte: Xpoval Colón, Xρistovam Collom, dom Cristovam vosso almirante y en mayo de 1493 después de las Bulas papales dom christouam colombo vosso almirante.

El Papa en las dos cartas consecutivas dirigidas a los Reyes Católicos, 3 y 4 mayo 1493, le denomina como: dilectum filium Christoforum Colon.

Posteriormente, después de la carta dirigida a Luis Santángel y traducida en diferentes idiomas, es cuando comienzan a aparecer las diferentes denominaciones y orígenes: Colombo, Columba, Colonbo, Colomba, Collomba, Colonus. Y comienzan a aparecer diferentes orígenes: ligur y saonés, español, nada de genovés.

Parece claro, que ante la documentación expuesta, Colón no tenía nada que ver con un origen en las diferentes repúblicas estado italianas.

Fuente Consultada: ASSOCIAÇÃO CRISTÓVÃO COLON Portugal

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¿Era Judío Cristóbal de Colón?

Cristóbal Colón

Mucho se ha hablado, y mucho se ha escrito, sobre si Colón era judío o cristiano. El principal motivo de la creencia de un Colón judío, era la ocultación de su origen, muchos achacaban esta ocultación a su pertenencia a la etnia judía. Pero realmente el que ocultara su origen no necesariamente tiene que ver con su religión, puede haber otros aspectos que han sido contemplados por otros autores. Veamos:

En la época de los Reyes Católicos había mucho converso, es decir, personas que eran judíos/as, que se convirtieron al cristianismo, por esto fueron llamadas conversos o cristianos nuevos. También había los falsos conversos, que se denominan marranos, que «judaizaban», es decir, que seguían observando clandestinamente sus costumbres y su anterior religión judía.

Tanto unos como otros estaban documentados como personas conversas, es decir, estaban reconocidos, pero los marranos siendo reconocidos como conversos no abandonaban sus costumbres religiosas, simplemente se adaptaban a las circunstancias del momento, pero no renegaban de su religión judía.

Tanto en la corte de Isabel de Castilla como en la de Fernando en Aragón, había mucho converso, tanto a nivel funcionario como a nivel de la nobleza, era difícil no encontrar personas que no tuvieran una ascendencia judía. Fernando de Aragón era biznieto de una judía, Paloma de Toledo, su padre Juan de Aragón había sido benefactor y amigo de los hebreos, entre otros motivos por su reconocimiento con el médico Abieter Aben Cresques, que lo había librado de la ceguera. Era conocida la ascendencia sefardita del rey Católico y este era ostensiblemente deferente con las gentes de la estirpe de su madre y según don Salvador de Madariaga «Cuando Juan II envió a su hijo Fernando a Sicilia como rey, le había organizado un Consejo compuesto en su gran mayoría de cristianos nuevos; cuando Fernando volvió a la Península para encargarse de la Corona de Aragón, aumentó el número de los conversos, cinco hermanos Sánchez, hijos de un judío bautizado, se vieron confiar cinco altas funciones de Estado, entre ellas las de Baile General de Aragón, Gran Tesorero y Maestro de Ración; y téngase en cuenta que hasta aquí solo se trata de meros ejemplos en la larguísima lista de altos funcionarios neo-cristianos que rodean al rey. En lo militar, Fernando el Católico confió a los conversos los tres cargos de más confianza del país; las plazas de Perpiñán y de Pamplona y el Mando de la flota de Mallorca. La Iglesia de Aragón estaba dominada por los conversos tanto como el Estado o más. El camarero del rey, Cabrero, era converso». 

Primer dato a tener en cuenta, teniendo en cuenta los antecedentes de Fernando de Aragón. ¿Por qué habría Colón de ocultar su judaísmo? ¿Por qué si Cristóbal de Colón era judío, no aparece identificado como converso? Parece claro, que Fernando de Aragón conocía bien a los judíos, ¿Creen que se le hubiera pasado por alto, el que Colón podría haber sido judío?

La casa de la reina Isabel -financiera, militar y eclesiástica- era tan judía como la de Fernando. Sus tres secretarios eran conversos; uno de ellos, el gran cronista Hernando del Pulgar… La marquesa de Moya, inseparable amiga de la reina, cuyos ojos cerró en el lecho de muerte, era la mujer de Andrés Cabrera, converso eminente. Converso era también, al menos por el lado materno, el confesor de la reina, Hernando de Talavera,» Literalmente, el rey y la reina vivían rodeados de conversos. Por tanto, podríamos hacer las mismas preguntas de antes: ¿Por qué habría Colón de ocultar su judaísmo? ¿Por qué si Colón era judío, no aparece identificado como converso? Parece claro, que Isabel de Castilla conocía bien a los judíos, ¿Creen que se le hubiera pasado por alto, el que Colón podría haber sido judío?

Judíos y conversos apoyaron el viaje de Colón con entusiasmo pues estaban convencidos de que existían hebreos en otras tierras; esa convicción se fundaba en la tradición, en las interpretaciones de los rabinos de los libros sagrados, y en los comentarios de los viajeros. 

Siempre preocupó a los judíos la desaparición de las Diez Tribus que se remonta al año 722 a. de J.C., cuando el rey Sargón II tomó la capital del reino de Israel y dispersó su población. Hasta la época del descubrimiento de América se consideraba que las Diez Tribus vivían en Asfareth, palabra que significa «la otra tierra»; término confuso y poco significativo, de allí que surgieran hipótesis y fantasías. 

La idea de que las Diez Tribus vivían en tierras lejanas se basa principalmente en el libro cuarto de Esdras, un Apocalipsis que contiene las visiones que tuvo en Babilonia en el año 557 a. J.C. 

En él se da cuenta del destino del pueblo de Israel y se dice que las Diez Tribus tardaron año y medio en la travesía después de que fueron esclavizadas, para llegar a una tierra desconocida y deshabitada (Asfareth) y que diversos autores han insistido, desde el siglo XVI, es el Nuevo Mundo. El libro IV de Esdras parece que fue escrito en hebreo o arameo y no está incluido en la Biblia. Es uno de los libros apócrifos más importantes del Antiguo Testamento y fue incluido como apéndice de la Vulgata, por lo que gozó de gran difusión; algunos textos litúrgicos como la misa de Réquiem se basan en él. 

Los sefarditas añoraban que un país dirigido por una de las Diez Tribus apareciera y saliera en su defensa; por ello, el proyecto de Colón no era para los judíos una aventura descabellada y fue la razón para que el descubridor de América contara en todo momento con el apoyo de los sefarditas. Cuando hubo conciencia de que había descubierto un nuevo mundo, los judíos y hombres de ciencia no dudaron que nuestros indígenas descendían de las Diez Tribus. 

Aquí, tenemos el motivo del apoyo de los judíos a Colón, no por ser él judío, sino por encontrar el rastro de las diez tribus y poder escapar de las persecuciones, matiz importante.

Otros apoyos importantes que recibió Colón, fueron: Juan Coloma, Secretario de estado del reino de Aragón de origen judío por la línea materna y cuya esposa pertenecía a la familia conversa de la Caballería, correspondió firmar la Capitulación de Santa Fe y la Carta de Privilegios de 1492, Luis Santángel, escribano de la Ración del Reino de Aragón, era de familia conocida como conversa; procesado por la Inquisición.

De todo esto que podemos deducir, que el poder en la corte de los reyes Católicos estaba en su mayor parte en manos de judíos, conversos, no podemos olvidar tampoco a Luis de la Cerda, Duque de Medinacelli, que pudo haber disputado el derecho de Isabel al trono de Castilla como heredero de la rama primogénita y a Pedro González de Mendoza, Arzobispo de Toledo y Cardenal de España al que llamaban el «Tercer rey de España» Por tanto, podemos deducir que Cristóbal de Colón conocía este situación y que Cristóbal de Colón leía a Esdras, uniendo las dos situaciones, tenemos que a Colón le interesaba la influencia de los judíos, para su empresa, y apoyar su reencuentro con las diez tribus, con lo cual tenemos una motivación de Cristóbal de Colón para aprovechar la situación. Por cierto, todas estos personajes conversos, nunca dijeron nada sobre el posible judaísmo de Cristóbal de Colón, que en caso de serlo lo hubieran reconocido como tal.

Hay que tener en cuenta, que Cristóbal de Colón ofreció antes su empresa al Rey de Portugal, y sin embargo, aquí no se señala nada sobre su posible judaísmo, es más, se casó con una católica, Felipa Moñiz. Los defensores de un Cristóbal de Colón judío alegan que Felipa podría ser judía, especulativo, no hay nada probado, sin embargo, lo que si sabemos e que Felipa vivía en el monasterio de Todos-los-Santos-el-Viejo, comunidad femenina de la Orden de Santiago. La Orden de Santiago es una orden religiosa y militar surgida en el siglo XII en el reino de León. Debe su nombre al patrón de España, Santiago el Mayor. Su objetivo inicial era proteger a los peregrinos del Camino de Santiago y expulsar a los musulmanes de la península ibérica, es decir, nada que ver con los judíos y si con el cristianismo. Evidentemente, un Judío, fuera o no converso, no se casaría con una cristiana, y de ser así, estaría documentado, ya que, para casarse, hubieran de pedir permiso a la corte portuguesa.

Otro de los motivos que se alegan para suponer un Cristóbal de Colón judío, es el inicio del viaje el 3 Agosto, veamos:

Viaje 2 Agosto y Judaísmo

Los estudiosos apuntan a la fecha en que Cristóbal de Colón zarpó, como una prueba más de sus verdaderos motivos. Él originalmente iba a zarpar el 2 de agosto de 1492, un día que coincidió con la fiesta judía de Tishá Be Av, marcando la destrucción del Primer y Segundo Templo Sagrado de Jerusalén. Cristóbal de Colón pospuso la fecha original para evitar embarcarse en la fiesta, lo que habría sido considerado por los judíos un día de mala suerte para zarpar. Pero el motivo fue otro:

Aquella misma noche del día 2 se embarcaron en las naves, pero antes, tenían que oír misa en la Iglesia de San Jorge, saliendo la tripulación por la Puerta de los Novios hacia el embarcadero del puerto de Palos. En la conmemoración del V Centenario, se colocó dos azulejos conmemorativos. El del costado derecho dice: “TOTUS TUUS. A ESTE TEMPLO DONDE REZARON LOS MARINEROS EL 3-VIII-1492 ANTES DE TOMAR RUMBO A LO DESCONOCIDO, ACUDIÓ S.S. JUAN PABLO II PARA DAR GRACIAS A DIOS EN EL Vo CENTENARIO DEL DESCUBRIMIENTO Y EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA. PALOS DE LA FRA. CUNA DEL DESCUBRIMIENTO. 14-JUNIO-1993”. Es decir, los marineros de Palos eran fieles seguidores de San Jorge, nunca realizan una expedición larga, sin antes, ir a la misa en dicha iglesia. 

Colón, temen multitud de referencias en sus escritos, nombrando a la Santa o Santísima Trinidad y a la Virgen en sus diferentes adveraciones, por ejemplo celebró la festividad de la Virgen de la O, 18 diciembre primer viaje. Por ejemplo en su diario al salir rumbo al segundo viaje, escribe: “Salimos en le nombre de la Santísima Trinidad…” Curiosamente, los judíos no creen ni en Virgen ni en la Trinidad. Bartolomé de las Casas, nos habla de su religiosidad y de su pasión franciscana. Cristóbal de Colón se presentó en la corte, prisionero, tercer viaje,  vestido de franciscano.

Por no alargarme más, haré referencia a un documento importante que es muy revelador, se trata de un anexo a su testamento, redactado en mayo de 1506, un día ante sede su muerte. En el manda a su hijo Diego que haga unas misas todos los años, por sus padres, por su mujer y por él, de aquí se pueden deducir varias cosas:

Primera: Si Cristóbal de Colón era judío, no converso, puesto que no está documentado y es el motivo de la ocultación de su origen, según los defensores de este origen. Lo sería o bien por parte de su padre o de su madre o de los dos. La pregunta es ¿Qué motivo tendría Colón, para pedir unas misas cristianas por sus padres, si estos eran judíos? Y además, estando en su lecho de muerte, y a tener en cuenta la ofensa realizada a sus padres, en el caso de que fueran judíos.

Segunda: Si su mujer, Felipa, era judía no conversa, ¿Qué motivo tendría para pedir unas misas cristianas por ella? Sería otra ofensa más

Tercera: Si Colón era judío, no converso, ¿Cómo puede renegar de su religión pidiendo unas misas cristianas?

Estos tres puntos, bajo mi punto de vista, son claves para no pensar en un Colón judío, si añadimos las menciones a la Trinidad y a la Virgen, o que su hijo no fue nunca dudoso d pertenecer a la etnia judía, ya tenemos la respuesta.

Pero aún hay otro dato importante. A la muerte de Cristóbal de Colón, aparecen lo que denomino como Pleitos Colombinos, que no era otra coa que el litigio entre la Corona, Fernando el Católico contra Diego Colón, para evitar que Diego heredara todos los títulos de su padre. Para conseguir esto, los fiscales obraron todo tipo de artimañas: amañaron testigos, documentos, acusaron falsamente. etc. Y la pregunta que me hago es: De ser Cristóbal de Colón judío. ¿Por qué no aprovecharon esta oportunidad para doblegar las pretensiones heredable sede Diego Colón? No hubieran tenido ni que mentir, ni manipulara pruebas y además hubiera sido rápido, y no tener tantos años de litigio.

Por último, quedarían sus hermanos, Bartolomé y Diego, de los cuales no se dice nada acerca de su judaísmo, está claro que sí Cristóbal de Colón lo fuera, sus hermanos también. Tenemos el caso d eDiego Colón, que se postulaba para un puesto en la Catedral de Calahorra, no hay nada en la documentación que aportan los Reyes Católicos, para tal fin, que mencionen la conversión de Diego, o de que fuera un cristiano nuevo, nada de nada.

Les he ofrecido información sobre el debate, de un supuesto origen judío, de Cristóbal de Colón, ahora podrán sacar sus propias conclusiones. Hace años yo era partidario de un Cristóbal de Colón perteneciente a la etnia judía, pero conforme profundicé en los escritos de Colón, me di cuenta de que era, poco menos que imposible, se podría añadir mucha más información, pero creo que es suficiente

Los Diferentes Apellidos de Cristóbal: Colón-Colomo-Collon-Colombo Primera Parte

Esta cuestión, sobre el apellido de Colón siempre trajo de cabeza a los investigadores, sin embargo, a lo mejor es más sencilla de lo que parece, solo es cuestión de atar cabos de las diferentes documentos, para tratar de obtener una interpretación más o menos certera. Y eso, es lo que pretendo después  de haber releído algunos autores, en concreto a Antonio Fernández Fernández, que nunca ha sido valorado lo suficiente como defensor de la teoría gallega, y que sin embargo, para mí y para otros es de lo más certero, en sus deducciones y en sus exposiciones.

Hagamos unas cuantas comparaciones del apellido, primero expondremos la carta de Juan II de Portugal:

Carta de Juan II, Rey de Portugal, a Cristóbal Colón

«Xpoval Colon Nos Dom Joham, per graza de Deos, Rey de Portugall, é dos Algarbes; da aquem é da allem mar em Africa, Senhor de Guinee; vos enviamos muito saudar. Vimos a carta que Nos escribestes: é á boa vontade é afeizaon que por ella mostraaes teerdes á nosso servizo, vos agardecemos muito. E cuanto á vossa vinda ca, certo, assi pollo que apontaaes como por outros respeitos para que vossa industra, é boo engenho Nos será necessareo, Nos á desejamos, é prazernos ha muito de visedes, porque era o que á vos toca se dará tal forma de que vos devaaes ser contente. E porque por ventura teerees algum rezeo de nossas justizas por razaon dalgumas cousas á que sejaaes obligado, Nos por esta nossa carta vos seguramos polla vinda, stada, é tornada que nom sejaaes presso, retendo, acusado, citado nem demandado por nenhuna cousa, ora seja civil, ora criminal, de cualquier cualidade. E por ella mesma mandamos á todas nossas justizas que ó cumpran así. E por tanto vos rogamos é encomendamos que vossa vinda seja loguo, é para isso non tenhaaes pejo algum: é agardecernoslo hemos é teeremos muito en servizo.

 

Continuación de la carta de Juan II

Remite Real y como nombra a Colón:

Scripta en Avis á veinte de Marzo de mil cuatrocientos ochenta y ocho. El Rey: A Xρistovam Collom, noso espicial amigo em Sevilha.

En esta carta, nos encontramos con el inicio Colon y el final, A Xρistovam Collom, noso espicial amigo em Sevilha. ¿Qué podemos deducir de la carta? Lo primero que Colón era conocido en Portugal como Colón o Collom, es decir, el Rey lo sabía, ya que, era su especial amigo. Sigamos

 

En Castilla los primeros años era conocido como Colomo:

En dicho día (5 de mayo de 1.487) día a Cristóbal Colomo, extranjero, tres mil maravedis…

En 27 de dicho mes (agosto de 1487) di a Cristóbal Colomo cuatro mil maravedís para ir al Real…

En dicho día (15 de octubre de 1487) di a Cristóbal Colomo cuatro mil maravedís…

«En 16 de junio de 1488 di a Cristóbal Colomo tres mil maravedís por cédula 

de sus Altezas.”

En estas cuatro cédulas, nombran a Colón como Colomo, esto fue así hasta 1492, en que se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, a partir de aquí, toda la documentación oficial aparece como Colón.

Cabría preguntarse ¿Quién miente aquí? El Rey portugués o las cédulas castellanas, la respuesta es que no miente ninguno, en Portugal Colón utilizó su verdadero, apellido, que sería Collón y en Castilla lo cambió por Colomo para luego poner otra vez su original Colón. ¿El por qué lo cambio? O bien para que no se le reconociera por Collon, o bien porque en Castilla Collon sonaría mal, con lo cual se mofarían, o bien porque le interesaba que fuera Colomo, por haber escapado de Portugal

Trataremos de explicarlo:

Lo primero que conviene aclarar, Juan II de Portugal sabía muy bien quien era Collon, por algo muy sencillo, la carta era dirigida a Collon que en Castilla era conocido como Colomo, de lo cual tenía conocimiento, puesto que, la carta aun siendo dirigida a Sevilla, Colón en esos momentos no estaba en Sevilla y si en Murcia, donde le fue entregada la carta del Rey de Portugal. De lo cual se deduce que tenía que saber que había cambiado el apellido. Hay que añadir que en Portugal el sonido de la “elle” se escribe “Lh” por eso aparece escrito Sevilha en la carta, sin embargo, la doble “ele” se escribe con “elle” ejemplo se escribe Castella pero s pronuncia Castel-la. 

El cronista portugués Barros le denomina como Christovam Colom, que es la forma portuguesa acabado en “M” en lugar de “N” al igual que Christovam

¿Cómo aparece en Pontevedra? En Pontevedra toda la documentación notarial y de las cofradías aparece como “Colón” algo que es lógico, si tenemos en cuenta que al que escribía el documento le sonaría mal el apellido “COLLON” y además fonéticamente suena igual que COLÓN, pero que ocurre cuando el que lo escribe, o quién quiere perpetuarse en piedra, es el propio interesado, caso de Juan de Colon entonces escribe “Collon” como aparece en la Capilla de la Basílica de Santa María “Os de o cerco Joan Neto e Joan de Collon ficeron esta Capella”. Alguien desbastó la doble “ele”, dejándola en una, probablemente por ignorancia, mala fe, o bien por parecer irreverente al leer en castellano dicho apellido en lugar sagrado, sin darse cuenta de que la palabra CAPELLA, que aparece en la inscripción, por ser el gallego el idioma en el que esta escrita, no se pronuncia con “elle” como en castellano sino con doble “ele”. Por la misma razón, Collon no tiene la misma significación que alguno quiso darle, sino fonéticamente la de COL-LON, exactamente que CAPEL-LA, ya que, CAPE-LLA en gallego no se pronuncia.

Seguiremos

¿Cuál Fue el Motivo del Viaje de Colón? II

En el mismo período, Cristóbal Colón intentó convencer al rey portugués para que financiara un viaje alternativo que, según él, sería aún más corto: navegar el Océano Atlántico hacia el oeste para llegar al Este y las Indias. Esta teoría se basó en los estudios del astrónomo, matemático y cosmógrafo florentino Paolo del Pozzo Toscanelli. Sin embargo, con el regreso de Bartolomeu Dias trayendo la buena noticia de que es posible moverse por el Cabo de Buena Esperanza, la Corona portuguesa prefirió continuar con el plan más garantizado para moverse por África en lugar de arriesgar una idea que dependía de la esfericidad de la Terra, que, a pesar de estar relativamente bien establecida entre los intelectuales de la época, no fue unánime

Sin éxito con los portugueses, Colón intentó convencer a la Corona española (recientemente unificada por el matrimonio de Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla). Tomó años de negociación convencer a los monarcas españoles en 1492, luego partió hacia el oeste y llegó el mismo año a las islas que Colón creía que eran parte de las Indias, tanto que llamó a los nativos de estas tierras «indios» e informó haber encontrado árboles «canela», pero desafortunadamente sabía diferente de lo que sabían en Europa. Solo en los viajes de Américo Vespúcio, desde 1497, se identificó que este conjunto de tierras no era en realidad Asia, sino un nuevo continente (entonces llamado América en honor a él).

Mientras tanto, los portugueses continuaron tratando de llegar a la India por la ruta que bordeaba África, hasta que, en 1498, Vasco da Gama finalmente hizo el viaje anhelado. En esta primera expedición de Vasco da Gama a la India en nombre de la Corona portuguesa, en la que llegó con la frase «Vinimos a buscar cristianos y especias», el beneficio estimado fue del 6.000%.

Quien también llegó a la India fue Pedro Álvares Cabral, en septiembre de 1500. En India, Pedro Álvares Cabral construyó un puesto comercial para el comercio de especias en la ciudad de Calicut. Sin embargo, la población local se resistió, saqueó la fábrica y mató a docenas de portugueses,. En 1502 y 1503, Vasco da Gama regresó a la India, esta vez con buques de guerra, destruyendo buques comerciales árabes e instalando nuevos puestos comerciales portugueses.

Después de situarnos en el contexto de la época, llega el momento de referirnos al verdadero motivo del viaje de Colón, que no era otro, que el llegar a las Indias por un camino más corto, para el mercado de las especias, de tal forma, que llegaran a Europa en el menor tiempo posible. Por tanto, el viaje de Colón no consistía en seguir el camino de las diez tribus de Israel ni de los Levitas. Tampoco el motivo era el ir en busca del tesoro de los Templarios, que algunos autores especulan con que fue transportado a América, ya que, los Templarios conocían y habían estado en America antes que Colón.

Toda esta parafernalia de un posible judaísmo de Colón o que fuera el último templario no son más que especulaciones que no llevan a ningún puerto, de ser cierto estas dos alternativas o una de ellas, se me antoja hacer dos preguntas:

Primera: Supongamos un Colón Judío. En Portugal en la época que llegó Colón los judíos no eran perseguidos, es mas, tenían un cierto estatus y estaban bien considerados. Pero la pregunta que se me antoja es, siendo Colón judío y no estar perseguido en Portugal ¿Por qué casarse con una cristiana llamada Felipa? ¿por qué ir al convento de las Clarisas a visitarla y ganar su aprecio para casarse con ella? Lo normal sería que un judío se casara con una judía, especialmente en una situación en la que no había persecución…

Segundo: Supongamos que Colón era Templario. La Orden de Cristo en Portugal era muy importante y tenía mucha influencia cercana a la Corona, eran considerados los herederos de los templarios, los cuales habían tenido mucha influencia en Portugal. Entonces de ser así ¿Por qué el Rey portugués no financió su empresa? Tendría que saber primero que Colón era Templario, segundo, Colón debería de contar con el apoyo de la Orden de Cristo….

Todo esto a lo que me lleva es a pensar, es que el verdadero motivo de Colón para realizar su empresa, era el poder negociar con las especias antes que ningún otro país europeo, de paso encontrar oro y perlas, que e s lo que contaba Marco Polo de sus viajes por Cipango, Catay, Molucas…y que Colón había leído ávidamente sus aventuras y viajes.

Otra derivada es la que supone que Colón obtuvo la ayuda para su empresa de ciertos mapas, como el de Cerques, o del naufrago llegado a Portosanto o el conocimiento del secreto Templario o el del naufrago Sánchez de Huelva. Todo esto lo que hace es menospreciar los conocimientos marítimos de Colón, obtenidos a través de la experiencia, el estudio y de la observación. 

Tal y como nos dice Fernández de Oviedo, que vivió sus años de trabajo y de triunfo, “su primer viaje dejará dicho mucho de su gran capacidad en el mar, fue quien enseño a los marineros a navegar con instrumentos, conocía astronomía, que en esa época era la cosmografía, matemáticas, trigonometría y geometría, en lo social se codeo con la nobleza de Portugal y de España, su comportamiento era el de una persona fina y educada, en los menesteres de la alta sociedad era muy leído en autores clásicos, tanto filósofos, como científicos, en sus libros escribía notas marginales dando a conocer sus opiniones y su pensar acerca del tema tratado en él ”. 

Creo que es el mejor resumen de los conocimientos y la personalidad de Colón.

 Fuentes: Rodrigo Braga y Juan Eslava Galán

¿Cuál Fue el Motivo del Viaje de Colón? I

 

Es sorprendente como muchos autores que escriben sobre Colón, pierden de vista el motivo real y exclusivo de la empresa a las Indias. Buscan explicaciones al origen de Colón mezclando el motivo del viaje con el origen del explorador, así nos encontramos a investigadores que se rompen la cabeza buscando explicaciones a un origen relacionándole con el supuesto origen judío o que era el último templario. Esto lo que hace es que se pierda de vista el contexto de la época y el por qué Colón buscó el acceso a las Indias por un camino más corto.

Poniéndonos en situación: 

Actualmente para obtener especias solo tenemos que ir a los expositores de los mercados, donde nos encontraremos botes de: clavo, nuez moscada, canela, comino, jengibre, cúrcuma, cilantro, pimienta… Hace cinco siglos la situación era bien distinta. La única especia que se producía en Europa era el azafrán la restantes procedían de la regiones tropicales de Asia y de las islas Molucas, en Indonesia. Cuando llegaban a Europa, después de pasar por muchos intermediarios, alcanzaban precios exorbitantes. La pimienta aumentaba su precio 30 veces; La nuez moscada unas 600 veces. Nos podemos hacer una idea de los beneficios que producían las especias y lo importante que eran.

Las clases acomodadas, en la edad media, se alimentaban casi exclusivamente de carne, las verduras y las legumbres eran la comida de los pobres. Llegada la época de frío escaseaba el forraje y había que sacrificar mucho ganado. Aquella carne salada o ahumada para consumirla a lo largo del invierno. Había un problema para cocinarla era preciso desalarla e hidratarla, Pero al mojarla se tornaba bastante insípida.

En una mesa pudiente medianamente se servían hasta seis platos sucesivos de carne, lo que planteaba un problema: ¿cómo conseguir que la misma carne insípida adquiriera distintos sabores en sucesivos platos?

La solución consistía en adobar la carne con una variedad de salsas especiadas. La combinación de pimienta, clavo, canela, jengibre y nuez moscada en distintas proporciones permitía confeccionar cinco o seis recetas diferentes a partir de la misma carne.

Otro efecto de las salsas especiadas era el de disimular los sabores de una carne medio putrefacta, así como los de salvajina, ese olor que desprende la carne de caza mayor.

También se adobaban las bebidas: una cerveza mediocre se mejoraba con jengibre; el vino picado, con canela y clavo.

Las especias además tenían un uso medicinal: los galenos de la época quizás no alcanzaban a conocer sus propiedades bactericidas y fungicidas y algunas eran repelentes y tóxicas para los insectos. Cuando las especias que llevan tales sustancias se aplican a los alimentos, estas propiedades colaboran para reducir la actividad de los microorganismos y prevenir la acción de los insectos, lo que hace que los alimentos duren unas horas o días más.

Otra función importante que se le dio a las especias en la sociedad medieval europea fue su uso como medicamento (incluso cuando se usaba en alimentos). Como ejemplo de aplicación medicinal, podemos mencionar el hecho de que las especias se consideran picantes (debido a la sensación en el sabor), lo que ayudaría a restablecer el equilibrio de los estados de ánimo corporales (o fluidos) en caso de que una enfermedad se asocie con un supuesto exceso de estados de ánimo fríos, según el concepto en Europa desde la antigüedad de que la salud dependía del equilibrio de los estados de ánimo. Por la misma razón, el consumo de especias en el invierno ayudaría a evitar el desequilibrio y a mantener el cuerpo cálido y saludable. Y de acuerdo con los libros de cocina francesa, el uso de especias junto con ácidos (vinagre y/o jugo de frutas) era constante, lo que se creía que tenía la propiedad de llegar a todas las partes del cuerpo, incluidas las más estrechas, por lo que el el ácido conduciría de manera más eficiente las propiedades curativas de las especias para todo el cuerpo. Las especias, especialmente la pimienta, también se recomendaron como una cura para la pérdida de vigor sexual.

Por tanto, las especies de las Indias eran insustituibles. Habían sido siempre productos caros, pero su escasez en el siglo XV los puso mucho más caros. En los últimos siglos de la Edad Media, el comercio de especias en Europa por el Mar Mediterráneo (un comercio que había llevado a cabo esta región desde la época del Imperio Romano) se convirtió en exclusivo de Venecia y ningún estado tendría la fuerza suficiente para tomarlo. Las especias fueron transportadas por galeras (grandes embarcaciones alimentadas por docenas de remos) armadas con subsidios por el estado veneciano, que navegaba por el sistema de trenes. Ni siquiera los piratas, que habían sido comunes en estas aguas durante siglos, no eran rivales para la flota veneciana.

En la primera mitad del siglo XV, los portugueses ya se habían lanzado al océano, conquistando gradualmente 3.000 km de la costa atlántica de África, desde Ceuta (punto africano más cercano a Europa) hasta la desembocadura del río Senegal, incluidos los archipiélagos de Madeira, Azores y Cabo Verde. A partir de 1482, con la adhesión de Juan II al trono, la Corona portuguesa estableció su plan para llegar a las Indias sin pasar por el continente africano, tanto que, en 1487, Bartolomeu Dias logró la hazaña sin precedentes de cruzar el Cabo de Buena Esperanza en el extremo sur de África.

El Proceso de los llamados Pleitos Colombinos, No Demostró la Extranjería de Cristóbal Colón

A la muerte de Cristóbal Colón, 1506, su hijo Diego inicio lo que luego se dio en llamar los “Pleitos Colombinos” que se alargaron después de muerto Diego, 1526, y que su viuda María Álvarez de Toledo, hija del Duque de Alba, continuo hasta 1541. ¿Cuál es el motivo de este post? Desde luego no es hablar de los pleitos, que están muy bien recogidos y explicados en la obra de Anunciada Colón de Carvajal y José Manuel Pérez-Prendes. El motivo es cierta parte argumentativa del proceso y que me ha llamado la atención, en concreto es por la supuesta extranjería de Cristóbal Colón y lo que voy a tratar es argumentar en contra basándome en el propio proceso.

En una entrevista a los dos autores, antes mencionados, José M. Pérez-Prendes dice:

En diversos documentos ahora encontrados, el fiscal señala que la legislación castellana impedía se le otorgaran a Colón los cargos que le confirieron, por el hecho ser extranjero, no súbdito ni vasallo de los Reyes Católicos.” Esto implica que no podían heredar los hijos los cargos, a pesar, de que los R.C le permitieron hacer Mayorazgo

Aquí ya me surge la primera pregunta ¿Por qué los R.C le concedieron dichos privilegios, si era extranjero? Posibles respuestas: O bien los R.C no sabían que era extranjero, cosa poco probable, o bien los R.C si sabían que era de uno de los Reinos Castellanos, con lo cual era súbdito y natural. Pero a renglón seguido surge otra pregunta ¿Por qué el fiscal alude a la extranjería de Colón? Y aquí vuelven a surgir posibles respuestas:

1º El fiscal emplea táctica. Es posible ya que esta acusación la emplearon hacia el final de los pleitos, no antes, lo veremos por las sentencias que hubo antes de emplear el fiscal esta argumentación.

2º Diego Colón sabía que si decía que eran súbditos y naturales, no tendrían nada que hacer en el juicio, pues los naturales estaban sometidos al criterio de los Reyes, en cuanto al cambio de otorgamiento de mercedes, es decir, ahora te las doy: Virreinato, Gobernador, Almirante y administración de justicia; pero mañana te las quito cuando quiero y tu no puedes rechistar.

La primera sentencia dice: “En Sevilla, á 5 de Mayo de 1511, se declaró pertenecer al almirante D. Diego Colón y a sus sucesores por siempre jamás la gobernación y administración de justicia en las tierras descubiertas por su padre, con título de visorrey. La sentencia fue aprobada y mandada cumplir por Provisión ejecutoria.” Parece claro que aquí no les importaba que Colón fuera extranjero.

El caso es que, cada vez, se iban conquistando mas tierras en el continente americano. Diego Colón, aspirando al gobierno absoluto, provisión de oficios, administración de justicia y percepción de rentas en la tierra extendida de polo á polo al occidente de la línea trazada por el pontífice Alejandro VI, á las islas del Pacífico, y á más, si más se descubriese, sentando que no le alcanzaba el precepto legal de dar residencia de sus actos; que los reyes de Castilla no tenían facultad para entender en el repartimiento de los indios ni para establecer tributos de cualquiera especie que fueran, toda vez que habrían de afectar al décimo y octavo de productos, pertenecientes al almirantazgo por las estipulaciones de Santa Fe. Sostenía igualmente su derecho á percibir parte de los diezmos eclesiásticos y de las penas de Cámara, y á nombrar, no solamente los concejos de los pueblos, pero aun los capitanes de los navíos que fueran á las Indias, con extremos que obligaron á significarle «ser el Rey y la Reina los señores naturales de las Indias, y no el Almirante, como él hasta aquí lo había creído.»

En la declaración de La Coruña. Es muy favorable a las pretensiones de la familia Colón. Por ella, el titular, en tanto es Virrey, queda exento ­no sus oficiales­ del juicio de residencia, e interviene en los municipios indianos, y en la Casa de la Contratación le corresponde la propuesta en terna de los oficios de gobierno, y tiene el derecho al cobro de la décima en toda su jurisdicción. Todos los historiadores del Derecho Indiano están de acuerdo en que la declaración de La Coruña fue un gran triunfo para los Colón. Pero como seguimos comprobando, parece que tampoco les importaba que Cristóbal Colón fuera extranjero y a la sazón que su hijo pudiera heredar los títulos de un extranjero que no tenía derecho a ellos, precisamente por ser extranjero. Creo que esta clara mi argumentación.

El cuarto pleito se inicia en 1524, a petición de don Diego Colón al ser depuesto de sus cargos indianos por defectuosa administración, y a su muerte, en 1526, el pleito fue continuado por su viuda, dona María de Toledo, en nombre del primogénito y menor don Luis Colón y de sus hermanos. Termina con la sentencia dada en Valladolid, en 1527, que declara nulas la sentencia de Sevilla (1511) y la declaración de La Coruña (1520) y ordena que el pleito se vea de nuevo en su totalidad.

El 5º pleito se inicia como consecuencia de la inmediata apelación de la familia de Colón a este fallo, y concluye con la sentencia dada en Dueñas en 1534. Sentencia muy contraria a los Colón y por consiguiente favorable a la Corona. Esta recobra sus preeminencias soberanas y sus regalías fiscales. Y los Colón solo conservan el titulo de Almirante y sus emolumentos; pero como Virreyes estarían sujetos al juicio de residencia.

Naturalmente hay una inmediata apelación de los Colón a esa sentencia dada en Dueñas, que da lugar al 6o pleito. Su tramite duró dos años: 1535 y 1536. Y durante él se plantea jurídicamente una nueva cuestión. El Fiscal de la Corona, el Lcdo. Villalobos expone que el descubrimiento de las Indias no lo hizo exclusivamente Colón, y por lo tanto en cuantos derechos de aquel suceso se derivasen, correspondía una parte a los herederos de Martin Alonso Pinzón, cuyo hijo acababa de cederlos a la Corona. Dicha tesis pretende en este pleito probarla documental y testificalmente el Fiscal, así como contradecirla los procuradores de don Luis Colón. La sentencia dada en Madrid ­18 de agosto de 1535­ fija los limites del Virreinato colombino circunscrito a las islas Española, Cuba, Puerto Rico, Jamaica y las tierras de Veragua y Paria, es decir, a las personalmente descubiertas por don Cristóbal.

Esta sentencia es apelada de inmediato por el Fiscal por disconformidad frente al reconocimiento del Virreinato colombino, a su juicio improcedente por haber sido Pinzón el verdadero descubridor de las Indias, produciendo este litigio el 7o pleito.

El final de todos estos pleitos fue el arbitraje del Obispo de Sigüenza, Fray García de Loaysa, presidente del Consejo de Indias, y del Dr. Gaspar de Montoya, del Consejo de Castilla, que dieron su laudo en Valladolid en 1536 (28 de junio y luego aclarado el 7 de julio).

Por este laudo, todo lo reclamado por la familia Colón ­almirantazgo, virreinato, gobernación general­ no honoríficos sino efectivos y además perpetuos y hereditarios, más el percibo del tercio, décima y ochavo, quedó reducido a lo siguiente:

Titulo sólo de Almirante, hereditario, con el ejercicio y derechos tales como los tenía el Almirante de Castilla, que era la institución que servía de modelo.

Supresión del Virreinato y de la Gobernación general de las Indias.

Constitución del señorío colombino, con el título de Marqués en Jamaica y de Duque en Veragua, con jurisdicción respectivamente sobre la isla jamaicana, y sobre veinte y cinco leguas cuadradas en Veragua.

Perpetuidad de los oficios de Alguacil mayor de Santo Domingo y de aquella Audiencia.

Diez mil ducados de oro renta anual en las Indias, como juro de heredad.

Reconocimiento de la posesión de las tierras, labranzas y pastos que los Colón tenían en La Española.

Y una renta anual de 500.000 maravedís a cada una de las hermanas de don Luis, doña María y doña Juana.

Conclusión, que el verdadero interés estaba en el control de los descubierto y por descubrir y en los beneficios obtenidos con el descubrimiento, el que Colón fuera extranjero, como alegaba el fiscal no era el motivo de la discrepancia, pues, hasta le cuarto juicio pareció no importarles, ya que, seguían siendo Virrey, Gobernador General, Almirante y administrador de justicia.

En vista de lo expuesto, desde mi punto de vista, con los pleitos no se verifica que Cristóbal Colón fuera extranjero, tal y como dice Pérez-Prendes, primero porque de ser así no tendrían sentido ni las Capitulaciones de Santa Fe, con todas los títulos dados a un extranjero, ni tendría sentido el que los R.C concedieran a Colón la concesión de hacer Mayorazgo, algo que era prerrogativa de los Reyes y que solo existía en Castilla, en el resto de los países europeos, incluida Génova, no existía Mayorazgo, había testamento. Aparte de que como hemos comprobado en los primeros juicios se les dio a los Colón los títulos heredados que venían en las Capitulaciones y en el propio Mayorazgo de Cristóbal Colón.

 

Fuentes utilizadas: Asunción Colón de Carvajal, José Pérez- Prendes, Bibiano Torres Ramírez  y Biblioteca Cervantes

Reivindicando Mi Hazaña Del Descubrimiento

 Lo primero que debo hacer es presentarme, me llamo Cristóbal de Colón, natural de la parroquia de San Salvador en el lugar de Porto Santo, Poio.

Con catorce años, más o menos, decidí hacer de la marinería mi trabajo y así pasé la mayor parte de mi vida navegando. Durante los 40 años de navegación por los diferentes mares y océanos, la vida marinera me enseño todo lo que necesitaba saber para llevar a cabo mi proyecto.

Después de ser rechazado mi proyecto en Portugal, sufriendo toda clase de burlas, no desistí en mi empeño y me fui a Castilla a presentar mi proyecto, lo cual hice un 20 de Enero de 1486, los reyes me escucharon pero también me remitieron a otra junta, en Salamanca, en esa junta estaba el padre Deza, al cual conocí en mi infancia, aun así tardaron 6 años en decidirse, durante los cuales también fui objeto de burla por parte de algunos cortesanos, pero al final se aprobó mi proyecto.

Yo innove la navegación castellana, enseñé el manejo del astrolabio, descubrí: La digresión de la Polar, que acertécon una precisión que no sería superada por marino alguno hasta la invención del sextante, la declinación magnética.

Realiceimportantes observaciones sobre vientos y mareas. Fui el primero en describir las calmas tropicales y los ciclones. Observélas diferencias de las mareas respecto a Europa. Predije Eclipses lunares, este conocimiento, salvó mi vida y la de mi tripulación ante los indios de la costa de Paria.

Cual fue mi sorpresa al enterarme que al nuevo Continente se le dio el nombre de América, por Américo Vespuccio, y no se le puso mi nombre, más tarde se trató de reducir más mis méritos alegando que había tenido información de un “prenauta” que unos llamaron Sánchez de Huelva y otros Pedro Cavide. Los que me asignan un prenauta olvidan mi aprendizaje, mi capacidad de observación y deducción en base a los conocimientos adquiridos durante tantos años de navegación.

También me he enterado que me han acusado de esclavista y asesino, la verdad es que para esto no hacía falta descubrir un nuevo mundo, el esclavismo y el asesinato existían ya en Castilla, Portugal, Francia y otras cortes europeas. Estas personas que hablan así de mí, habría que recordarles que las conquistas siempre incluyen matanzas y esclavización, de esta forma actuaron los egipcios, los persas, los griegos, los romanos, los portugueses, los belgas, los ingleses…, sin embargo, seguro que sabiendo esto van de viaje a ver las pirámides, los circos romanos o teatros, los acueductos, los templos griegos, muralla China, etc. Me pregunto como piensan que fueron construidos todos estos monumentos que tanto admiran, pues sepan, que fueron realizados por la conquista de territorios, el saqueo de oro, plata, piedras preciosas, especias y por los pueblos conquistados siendo esclavizados, sin embargo solo se acuerdan de mi empresa por la esclavitud, los asesinatos y explotación. Sin pararse a pensar que antes, durante y después del siglo XV era la norma.

Tampoco es menospreciable lo que hacían los Incas, Mayas, Aztecas, o los indios caníbales y olvidan que los Caribes y los Guarhanies tenían esclavos de otras poblaciones de las islas caribeñas.

También me enteré de que me otorgaban un origen bastardo, hijo de un noble: o bien del Príncipe de Viana, o de Aldonza Mendoza o de Fernán Yáñez de Sotomaior, también me han identificado con un noble portugués “Pedro Altaide”, al cual no he tenido el gusto de conocer durante mi estancia en Portugal.

Mis orígenes son haber nacido en el seno de una familia de mareantes y comerciantes marítimos. Es cierto que he ocultado a lo largo de mi vida mi origen, no sin motivo, pero he dejado mis señas de identidad en mis escritos con palabras gallegas, exclusivas, y en la toponimia americana.

Yo me las arreglé para estar en la corte sin ser noble, lo digo bien claro en una de mis cartas a los reyes me hicieron grandes mercedes, éstos me anoblecieron que dende en adelante yo me llamase Don

Por todo lo dicho me reivindico ante mi hazaña realizada, ni tuve un prenauta, ni fui un asesino esclavista, ni peor ni mejor que otros de la época, ni fui hijo bastardo de un noble. Fui como dicen en estos tiempos una persona hecha a si misma que supo motivarse para aprender todo lo relacionado con la navegación y sentir curiosidad por las ciencias.

  

Teorías Sobre el Origen de Cristóbal Colón

Hago este nuevo post, con un enlace a un nuevo artículo en el diario digital, Pontevedra Viva

El artículo explica, las diversas teorías sobre, un posible,  origen noble de Cristóbal Colón

La Leyenda del Prenauta Anónimo

Cristóbal Colón

Mucho se ha escrito por parte de cronistas, historiadores, especialistas en la conquista de América etc sobre si Cristóbal Colón recibió información sobre las tierras donde desembarcó, si sabría o no hacia donde se dirigía y si sabía lo que se iba a encontrar.
Antes de meternos en esta disquisición de si hubo o no información por parta de un/os marineros que habían regresado de unas tierras extrañas arrastrados por una/as tormentas en el Atlantico, revisemos que conocimientos tenía el Almirante.
En cuanto a su cultura y su preparación nos encontramos opiniones de todo tipo; algunos lo creen con escasa escuela, otros con mediana preparación y los más indulgentes con suficiente preparación y bastante culto. Como marino no se quedaba atrás de ningún otro marino, pues sabia manejar el astrolabio, el cuadrante, las ampolletas; sabia medir la velocidad de su barco, deducía el estado del tiempo por el aspecto del sol, la luna, las estrellas; como cartógrafo conocía bien el trazado de cartas, por el sistema de proyección planas, sistema diseñado por el Infante, don Enrique de Portugal, llamado el Navegante, según Fernández de Oviedo, que vivió sus años de trabajo y de triunfo, “su primer viaje dejará dicho mucho de su gran capacidad en el mar, fue quien enseño a los marineros a navegar con instrumentos, conocía astronomía, que en esa época era la cosmografía, matemáticas y trigonometría y geometría, “en lo social se codeo con la nobleza de Portugal y de España, su comportamiento era el de una persona fina y educada, en los menesteres de la alta sociedad era muy leído en autores clásicos, tanto filósofos, como científicos, en sus libros escribía notas marginales dando a conocer sus opiniones y su pensar acerca del tema tratado en él”.

Aparte de lo que nos dice Fernández de Oviedo, Colón tiene otros méritos:

Observó la digresión de la Polar, que acertó con una precisión que no sería superada por marino alguno hasta la invención del sextante.

Descubrió la declinación magnética.

Realizó importantes observaciones sobre vientos y mareas.

Fue el primero en describir las calmas tropicales y los ciclones

Observó las diferencias de las mareas respecto a Europa.

Predijo Eclipses lunares

También es cierto que cometió errores en cuanto a la estimación de la latitud, en su primer viaje. Pero en los viajes  posteriores fue afinando mucho sus cálculos.

Así es como era Cristóbal Colón, el Almirante, que para muchos en su época no tenía mucho conocimiento de la mar como marinero, el mismo que en la Corte muchos se burlaron de su proyecto y ridiculizaron.

Colón navegó por el Mediterráneo llegando hasta la isla Quio, Mar Egeo, cerca de Esmirna en Turquía. Por el Atlántico estuvo en Irlanda, Inglaterra, Islandia y es muy posible que hubiera llegado a Groenlandia. Navegó por el Cantábrico y el Canal de la Mancha. También navegó por Azores, Madeira, Canarias, Congo, Guinea que era donde los portugueses habían construido el Castillo de la Mina, la costa africana era navegada por los portugueses que querían llegar a las Indias.

El Protonauta

Bartolomé de las Casas, uno de los cronistas más relevantes en la historiografía de la conquista, escribía en el primer volumen de su Historia de las indias (obra terminada en 1561 pero publicada por primera vez en 1875): “[…] según tengo entendido, que cuando determinó encontrar un príncipe cristiano que le ayudase e hiciese espaldas, ya él tenía certidumbre que habría de descubrir tierras y gentes en ellas, como si en ellas personalmente hubiese estado (de lo cual cierto yo no dudo)”. Para Bartolomé de las Casas está claro que Colón tenía certezas sobre las indias que no compartió y que cuando propuso su empresa lo hizo “dando razones y autoridades para que lo tuviesen por posible, pero callando las más urgentes”.

Hernando Colón escribió sobre las razones que motivaron a su padre al descubrimiento de las indias en su obra póstuma Historia del Almirante Don Cristóbal Colón (la había escrito antes de morir en 1539 y no fue publicada hasta 1571). Bartolomé de las Casas tuvo acceso a su contenido mientras permanecían inéditas y lo utilizó para su Histoira de las indias, que paradójicamente terminó siendo publicada después. Esas razones eran, principalmente: el conocimiento de la esfericidad del planeta y la unicidad del océano y, por tanto, la posibilidad de navegar desde la costa europea hasta el extremo oriental, interpretando la cosmografía de autores como Pierre d’Ailly, Marino de Tiro, Ptolomeo o Alfagrano (quien creía que el tamaño del planeta era menor que otros autores), así como la obra de Aristóteles, Herodoto, Plinio o Marco Polo, y especialmente, las distancias establecidas por Toscanelli.

Tanto Hernando Colón como Bartolomé de las Casas recogen los testimonios que el almirante había escuchado sobre la aparición en alta mar y en las playas portuguesas de maderas labradas y cañas muy anchas no conocidas en Europa ni en África, que podrían venir arrastradas por el viento y el mar desde alguna isla desconocida, y que el mismo Rey de Portugal se las mandó mostrar; la aparición en las Isla de las Flores de dos cadáveres “que parecían tener las caras muy anchas y de otro gesto que tienen los cristianos” , así como algunas canoas en las costas de las Azores.

La teoría del prenauta, surgida casi desde los primeros tiempos de la conquista, cuenta que un barco comercial que navegaba hacia Madeira se vio envuelto en una tormenta que lo lanzó a la deriva durante días hasta que finalmente lo arrastró a tierra. La tripulación desembarcó en una isla desconocida y habitada. Cuando se calmó el temporal, tras recoger leña y agua, emprendieron el viaje de regreso, calculando de forma aproximada la ruta que habían seguido hasta allí. En el camino de vuelta se vieron inmersos en otra tempestad y naufragaron durante meses, transcurso en el que enfermaron y se quedaron sin provisiones. Murieron casi todos los tripulantes. La embarcación llegó hasta Maderia, donde los pocos supervivientes fueron acogidos por Colón en su propia casa. Fueron muriendo poco a poco pero el piloto de la nave, antes de perecer, le contó a su anfitrión el relato de su viaje, dándole datos precisos y documentos con información que habían anotado sobre las tierras descubiertas, incluyendo distancias marítimas para llegar allí, vientos y corrientes.

Los detalles de la historia varían según el cronista; como la nacionalidad del piloto, el lugar de partida de la nave, así como el lugar de destino, la cantidad de tripulantes y el tiempo que pasaron en la isla. En unas versiones el piloto dio la información a Colón como agradecimiento por su hospitalidad y cuidados, en otras ya se conocían anteriormente y le se la dio a él sabiendo que le serían de interés y que tenía los conocimientos para aprovecharla.

Todas las narraciones posteriores beben principalmente de lo que escribieron Gonzalo Fernández de Oviedo, Francisco López de Gómara y Bartolomé de las Casas, y ya las versiones de éstos difieren entre sí, puesto que la recogieron de la tradición oral y cada uno de ellos escuchó todo tipo de comentarios.

Fernández de Oviedo, que fue quien puso por primera vez esta historia por escrito en su Historia general y natural de las indias (1535),  y nos cuenta:

Unos dicen que este maestre o piloto era andaluz; otros le hacen portugués; otros, vizcaíno; otros dicen quel Colón estaba entonces en la isla de la Madera, y otros quieren decir que en las de Cabo Verde, y que allí aportó la carabela que he dicho, y él hobo, por esta forma, noticia de esta tierra. Para mí, yo le tengo por falso, y, como dice el Augustino: Mejor es dudar en lo que no sabemos que porfiar lo que no está determinado”. Es decir, que Oviedo que lo conoció y era contemporáneo de Colón lo da por falso y además nos dice todos los rumores que había sobre el protonauta.

López de Gómara escribió sobre el relato años después en su Historia general de las indias (1952), donde también se refiere a la variedad de versiones, pero él si que cree la historia del piloto.

De las Casas, en la obra antes citada, está convencido de que Colón sabía con exactitud hacia dónde se dirigía y qué iba a encontrar allí, más allá de que esta leyenda sea cierta. Para él tiene perfecto sentido que Colón dispusiese de esta información sobre la existencia de tierras desconocidas, en su opinión sería una más de las muchas pistas que Dios puso en el camino del almirante para que lograse su hazaña. De las Casas opinaba que Colón ya había estado en el Continente antes de descubrirlo oficialmente. En su opinión, el origen de la leyenda “derivaría de alguno o de algunos que lo supiesen o por ventura de quien de la boca del mismo Almirante o en todo o en parte de alguna palabra se lo oyese”.

Estatua Alonso Sánchez de Huelva

Fue mucho tiempo después, en 1609, cuando el Inca Garcilaso de la Vega aporta a la leyenda localizaciones concretas, nombres y apellidos. En sus Comentarios reales de los Incas identifica al piloto como Alonso Sánchez, natural de Huelva, y sitúa su decisivo encuentro con Colón entorno a 1484, asegurando que esto se lo había contado su padre y los contemporáneos de éste, quienes se habían relacionado con los primeros conquistadores. A partir de entonces los historiadores posteriores acuñaron esta información a la leyenda, por más que, como del resto de ella, no existiese prueba documental alguna.

Bueno una vez planteado el tema pongamos un poco de razonamiento en el asunto. no tiene sentido la leyenda, de que una tempestad sorprendió al barco de Alonso Sánchez de Huelva y lo arrastró más de 3,500 millas náuticas hasta llegar a tierras desconocidas, de haber sido así los analistas han descuidado que desde la costa de Europa ningún temporal podría dirigirse hacia las Antillas en el sentido oeste sudoeste, puesto que esa dirección para tormentas atlánticas sería contravenir todas las leyes físicas en que estas están fundadas. Además estamos hablando de un barco de madera que tuvo que tener serias averías, tales como caída de mástiles, roturas de velas, roturas de vergas, etc., para arribar a lugares donde no existan facilidades de mano de obra, ni herramientas adecuadas para ciertas labores. Si Alonso Sánchez de Huelva se vio azotado por una tempestad en las costas de Europa y fue impulsado al Atlántico no pudo haber corrido más de 500 millas fuera de las costas sin haber perdido el contacto con esta y haberle venido la tranquilidad a esa distancia, distancia que no se acerca sino a haber arribado a alguna de las islas Azores que hubiese estado deshabitada o algún lugar de África, pero no América. Por otro lado estarían los datos náuticos tomados por Sánchez de Huelva serían los rumbos, y las distancias, porque en esa época los españoles no usaban el astrolabio o el cuadrante en la mar. Fue en el año 1492 cuando lo aprendieron a usar porque Cristóbal Colón les enseñó a usarlo, no parece factible que Alonso Sánchez para un viaje costero y comercial llevara una carta del Atlántico, y un astrolabio que no era tan fácil obtenerlos ni conseguirlos “luego se lanzó al mar de vuelta sin saber el derrotero de su regreso”. Es decir, que Alonso Sánchez le aportó a Colón datos como: latitud, longitud, distancia, rumbos, estado atmosférico de la ruta, corrientes oceánicas, error del compás, declinación de la aguja magnética, y otros datos náuticos de la ruta así como un portulano, mapa, dibujado de las tierras casualmente descubiertas y de la derrota que le llevó el temporal.

Hay otro Dato a tener en cuenta, hasta ahora no se conocen otros documentos anteriores a este suceso de dicho navegante, para esta época los navegantes no llevaban diario a bordo, pues casi todos los capitanes y pilotos eran analfabetos y su navegación la hacían por memoria de sus travesías y la experiencia habida en ellas, probablemente porque todas las navegaciones se hacían costeando. ¿Dónde está el diario de Martín Alonso Pinzón? ¿Dónde el de Vicente Yáñez Pinzón? ¿Dónde el de sus pilotos?.

A raíz de lo expuesto podemos concluir que la leyenda del marinero Alonso Sánchez Huelva, o de cualquier otro, es muy probable que no haya existido, en todas las épocas hay chismorreos, rumores, cotilleos etc, y creo que en esta ocasión ha tenido un claro perjudicado que es Cristóbal Colón restándole méritos a él y a su hazaña, Colón era un gran observador y seguramente los viajes al castillo de la mina, Canarias, los diferentes materiales que eran arrastrados a Madeira le hicieron comprender la existencia de vientos Alisios, para poder realizar el viaje de ida y de vuelta, sin necesidad de que se lo dijera nadie, su propia experiencia como marino, como escribe él en 1501: “ cuarenta años llevo en este uso” y sus lecturas, le fueron suficientes para sacar sus propias conclusiones sin la ayuda de nadie.

 

Otras Fuentes: Manzano Manzano, Consuelo Varela, Didiez Burgos

Cartas de Paulo Toscanelli a Cristóbal Colón

Carlos Martin, colaborador de este blog, me aconsejó subir las cartas de Toscanelli para una mayor aclaración, me pareció buena idea y las expongo en este post.

Toscanelli

1860 bibliotecario en la biblioteca colombina José María Fernández y Velasco descubrió el ejemplar que perteneció a Colón, de la historia Rerum ubique gestarum de Eneas Silvio Picolomini -papa Pío II-con abundantes notas marginales atribuidas al Almirante. En las hojas de guarda del final o en una hoja o un cuadernillo que quizá se agregaría al volumen antes de encuadernar, consta el texto latino de la carta de Toscanelli a Fernando Martíns, pero no las dos cartas enviadas por el mismo a Colón. El mencionado bibliotecario al parecer no aprecio la importancia del texto latino, que fue dado a conocer por Henry Harris se en 1871, que ha sido muy reproducido después.

La correspondencia de Toscanelli ha presentado dos vertientes a la crítica: la cuestión de su autenticidad y el problema de que sea autógrafa de Colón la copia incluida en el ejemplar de la Historia Rerum.

En el tema de la autenticidad, Se admite hoy generalmente que la posee la carta de toscanelli al canónigo Fernando Martins, pero se rechaza la de los las dos cartas del Florentino a Colón, Considerándolas una superchería. Durante mucho tiempo se ha admitido la autenticidad de las tres: la primera de Toscanelli a Colón de la dirigida al canónigo portugués, y la segunda del mismo al futuro descubridor, en respuesta otra supuesta de este pidiéndole más explicaciones. En realidad, admitiendo la veracidad de toda la correspondencia, habrían existido seis cartas: la de Fernando Martins a Toscanelli, solicitándole el nombre del rey Alfonso V de Portugal un informe sobre la ruta occidental a las Indias; la respuesta de Toscanelli, una carta de Colón iniciando la relación con el sabio Florentino; su respuesta, que incluye la carta anterior; otra de Colón en ruego pidiéndole más informes y la nueva contestación.

La autenticidad de las tres cartas conservadas no se puso en duda durante mucho tiempo, aunque sí se salvaron las diferencias entre las tres versiones, sobre todo una vez descubierto el texto latino considerado original aunque no faltaron advertencias sobre su pobreza, juzgándose que en el había alteraciones que no representaba con total exactitud su forma primitiva. Pero general los principales Colombistas del siglo XIX aceptaron la autenticidad de toda la correspondencia, a pesar de admitir algunos tales modificaciones: así Bossi, Navarrete, Humboldt, Irving, Rosselló, Harrise, Peschel, Uzielli, De Lollis..etc- en sus estudios de los escritos de Colón, y sobre Toscanelli en la Raccolta Colombina-, Asensio, Thacher, Ruge, Peregallo. Pero Henry Vignaud negó la autenticidad de todas las cartas, lo que provocó una fuerte polémica.

El otro problema es el del carácter autógrafo de la copia latina incluida en la Historia Rerum, el cual está en relación con otro difícil problema, es de los verdaderos autógrafos de Colon. En este caso hay disparidad de criterio entre unos autores y otros, por ejemplo Harrise, el descubridor científico de la carta, al principio la creyó auténtica para posteriormente negarlo, la creen aunética: Lollis, Asensios, Molinari, Thacher y muchos otros, la cree falsa Vignaud que fue el que más polémica creo, incluso hay autores que creen que la carta esta escrita por Bartolomé.

CARTA DE PAULO, FÍSICO FLORENTINO, AL ALMIRANTE ACERCA DEL DESCUBRIMIENTO DE LAS INDIAS 

A Cristóbal Colombo, Paulo, físico, salud. Yo veo el magnífico y grande deseo tuyo para haber de pasar adonde nace la especiería, y por respuesta de tu carta te envío el treslado de otra carta que ha días yo escribía un amigo y familiar ( Hernando Colón en el texto en latín pone Domestichezza que Humboldt tradujo por Domestico en lugar de Familiar que tradujeron Hernando y Las Casas) del serenísimo rey de Portugal, antes de las guerras de Castilla, a respuesta de otra que por comisión de su alteza me escribió sobre el dicho caso, y te envío otra tal carta de marear, como es la que yo envié, por la cual serás satisfecho de tus demandas; cuyo treslado es el que se sigue:

A Fernan Martínez, canónigo de Lisboa, Paulo, físico, salud. Mucho placer hube de saber la privanza y familiaridad que tienes con vuestro generosísimo y manificentísimo rey, y bien que otras muchas veces tenga dicho del muy breve Camino que hay de aquí a las Indias, adonde nace la especiería, por el camino de la mar, más corto que aquel que vosotros hacéis para Guinea, dicesme que quiere ahora su alteza de mi alguna declaración y a ojo demostración, porque se entienda y se pueda tomar el dicho camino; y aunque conozco de mí que se lo puedo mostrar en forma de esfera como está el mundo, determiné por más fácil obra y mayor inteligencia mostrar el dicho camino por una carta semejante a aquellas que Se hacen para navegar, y así la envió a S. M., hecha y dibujada de mi mano; en la cual está pintado todo el fin del Poniente, tomando desde Irlanda al Austro hasta el fin de Guinea, con todas las islas que en este camino son, en frente de las cuales, derecho por Poniente, está pintado el comienzo de las Indias, con las islas y los lugares adonde podéis desviar para la linea equinoccial, y por cuánto espacio, es a saber, en cuantas leguas podéis llegar a aquellos lugares fertilísimos y de toda manera de especiería y de joyas y piedras preciosas y no tengáis a maravilla si yo llamo Poniente adonde nace la especiería, porque en común. Se dice que nace en Levante, mas quien navegare al Poniente siempre hallará las dichas partidas en Poniente, y quien fuere por tierra en Levante siempre hallará las mismas partidas en Levante.

Las rayas derechas que están en luengo en la dicha carta muestran la distancia que es de Poniente a Levante, las otras, que son de través, muestran la distancia que es de Septentrión en Austro. También yo pinté en la dicha carta muchos lugares en las partes de India, adonde se podría ir aconteciendo algún caso de tormenta o de vientos contrarios o cualquier otro caso que no se esperase acaecer, y también porque se sepa bien de todas aquellas partidas, de que debéis holgar mucho.

Y sabed que en todas aquellas islas no viven ni tratan sino mercaderes, avisándoos que allí hay tan gran cantidad de naos, marineros, mercaderes con mercaderías, como en todo lo otro del mundo, y en especial en un puerto nobilísimo llamado Zaiton, do cargan y descargan cada año cien naos grandes de pimienta, allende las otras muchas naos que cargan las otras especierías.

Esta patria es populatísima, y en ella hay muchas provincias y muchos reinos y ciudades sin cuento debajo del Señorío de un príncipe que se llama Gran Can, cual es lo mas del tiempo en la provincia del Catayo. Sus antecesores desearon mucho de haber plática y conversación con cristianos, y habrá doscientos años que enviaron al Santo Padre para que enviase muchos sabios y doctores que les enseñasen nuestra fe, mas aquellos que el envió, por impedimento, se volvieron del camino sin llegar a Roma, y también al papa Eugenio vino un embajador que le contaba la grande amistad que ellos tienen con cristianos, y yo hablé mucho con él de muchas cosas y de las grandezas de los edificios reales, y de la grandeza de los ríos en ancho y en largo, cosa maravillosa, y de la muchedumbre de las ciudades que son allá a la orilla dellos, y como solamente en un río son doscientas ciudades, y hay puentes de piedra mármol muy anchas y muy largas adornadas de muchas columnas de piedra mármol. Esta patria es digna cuanto nunca se haya hallado, y no solamente se puede haber en ella grandísimas ganancias y muchas cosas, mas aún se puede haber oro y plata y piedras preciosas y de todas maneras de especiería, en gran Suma, de la cual nunca se trae a estas nuestras partes, y es verdad que hombres Sabios y doctos, filósofos y astrólogos, y otros grandes Sabios en todas artes y de grande ingenio, gobiernan la magnífica provincia y ordenan las batallas. Y de la ciudad de Lisboa, en derecho por el Poniente, son en la dicha carta Veintiséis espacios y en cada uno dellos hay 250 millas hasta la nobilísima y gran ciudad de Quisay, la cual tiene al cerco 100 millas, que son 25 leguas, en la cual Son diez puentes de piedra mármol. El nombre de la ciudad, en nuestro romance, quiere decir Ciudad del cielo, de la cual se cuentan cosas maravillosas de la grandeza de los artificios y de las rentas. Este espacio es cuasi la tercia parte de la esfera, la cual ciudad es en la provincia de Mango, Vecina de la ciudad del Catayo, en la cual está lo más del tiempo el rey, y de la isla de Antilla, que vosotros llamáis de siete ciudades, de la cual tenemos noticia, hasta la nobilísima isla de Cipango, hay diez espacios, que son 2.500 millas, es a saber 225 leguas, la cual isla es fertilísima de oro y de perlas y piedras preciosas.

Sabed que de oro puro cobijan los templos y las casas reales; así que por no ser conocido el camino están todas estas cosas encubiertas, y a ella se puede ir muy seguramente.

Muchas otras cosas se podrían decir, mas como os tengo ya dicho por palabra y Sois de buena consideración, Sé que nos vos queda por entender, y por tanto no me alargo más, y esto sea por satisfacción de tus demandas cuanto la brevedad del tiempo y mis ocupaciones me han dado lugar; y así quedo muy presto a satisfacer y servir a su alteza cuanto mandare muy largamente. Fecha en la ciudad de Florencia a 25 de junio de 1474.

Después de esta carta, volvió a escribir al Almirante, del modo que sigue:

«A Cristóbal Colombo, Paulo, físico, salud. Yo recibí tus cartas con las cosas que me enviaste, y con ellas recibí gran merced. Yo veo el tu deseo magnífico y grande de navegar en las partes de Levante por las de Poniente, como por la carta que yo te envío se muestra, la cual se mostrara mejor en forma de esfera redonda. Pláceme mucho sea bien entendida; y que es el dicho viaje, no solamente posible, mas que es verdadero y cierto y de honra y ganancia inestimable y de grandísima fama entre todos los cristianos. Mas vos no lo podreis bien conocer perfectamente, salvo con la experiencia o con la plática, como yo la he tenido copiosísima, y buena y verdadera información de hombres magníficos y de grande caber, que son venidos de las dichas partidas, en esta corte de Roma, y de otros mercaderes que han tratado mucho tiempo en aquellas partes, hombres de mucha autoridad. Así que cuando se haga el dicho viaje será a reinos poderosos y ciudades y provincias nobilísimas, riquísimas de todas maneras de cosas en grande abundancia y a nosotros mucho necesarias, así como de todas maneras de especiería en gran suma y de joyas en grandísima abundancia. También se irá a los dichos reyes y príncipes que están muy ganosos, más que nos, de haber trato y lengua con cristianos destas nuestras partes, porque grande parte dellos son cristianos y también por haber lengua y trato con los hombres sabios y de ingenio de acá, así en la religión como en todas las otras ciencias, por la gran fama de los imperios y regimientos que tienen destas nuestras partes, por las cuales cosas todas y otras muchas que Se podrían decir, no me maravillo que tú, que eres de grande corazón, y toda la nación de portugueses, que han sido siempre hombres generosos en todas grandes empresas, te vea con el corazón encendido y gran deseo de poner en obra el dicho viaje». Esta carta, como he dicho, encendió mucho al Almirante para su descubrimiento, si bien quien la envió estaba en el error de creer que las primeras tierras que se encontrasen habían de ser las del Catay y el Imperio del Gran Can, con lo demás que refiere, pues, como ha probado la experiencia, es mayor la distancia desde nuestras Indias allí, que la de aquí a dichos países.

Solo quiero añadir una curiosidad y es esta:

Colón copia al pie de la letra en el mismo preámbulo del Diario del primer viaje, unas lineas de la carta de Toscanelli al portugués Martins, donde se explica el significado de la frase 

“Gran Kan, que quiere decir en nuestro romance Rey de los Reyes”.

De lo dicho en el post anterior sobre la falsedad de las cartas, añadir que me resulta un tanto incomprensible que Colón copiara una frase de una carta falsificada por su hermano Bartolomé, más bien parece un homenaje a Toscanelli

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