Este post va sobre la correspondencia entre Victor Said Armesto y Manuel Martinez Murguía, entre los años 1903 y 1911. En ellas Armesto le cuenta a Murguía la evolución del libro de Celso García de la Riega, Galicia Antigua, lo que escribe y las criticas que dirige contra Murguía. Armesto se aprovecha de la amistad con D. Celso para informar a Murguía y de paso hacer una critica desmesurada e indigna de un amigo, se puede aplicar en dicho “con amigos así no hace falta enemigos”.
Nota: no pondré todo el texto de las cartas, solo los párrafos que hablan de Celso García de la Riega
Carta de Murguía a Armesto Coruña Diciembre de 1903
Querido Victor: A su hora recibí la tuya y el índice de la obra del Sr La Riega.
Más abajo dice:
Pudo el señor la Riega estudiar mucho, consultando, si es que los estuvo a mano, los mejores libros de antigüedades, pero por lo visto no más allá de seguir las huellas del buen Martín Sarmento, mediocre arqueólogo portugués que acaba de morir y era enemigo declarado de los celtas.
Mas sea como yo pienso o no, lo cierto es que el índice en cuestión, acusa un atraso grandísimo del conocimiento de nuestros antigüedades y… de las de los demás. Lo siento porque esperaba otra cosa, pero ya allá él, en el pecado llevará la penitencia, pues por lo que a mí me toca, cuanto digan y escriban contra mi persona y obras, no me da ni frío ni calor. Compla cada uno como pueda y sepa, y basta. En cuanto a obra de tantos alientos como quiso hacerla el señor la Riega, quisiera que fuese lo mejor. Ojalá me engañe en mis juicios. Porque, para barbaridades, basta y sobra con las antigüedades del famoso Barros Sivelo
De Victor Said Armesto a Murguía Pontevedra 26 Abril, 1904
A mediados del corriente le veré a usted personalmente, pues tengo que ir a La Coruña con unos amigos, y ahí me detendré dos o tres días. Llevo mucho que contarle del libro de Riega. Se está imprimiendo ya, iban levantados ocho pliegos. El autor me leyó varios capítulos, entre ellos el de la arremetida contra usted. Ya le daré detalles cuando hablemos. Para que se vaya usted haciendo cargo de las teorías del mozo, ahí le envió ese articulejo que publicó en la Correspondencia Gallega de ayer
De Victor Said Armesto a Murguía Pontevedra, 5 Setiembre, 1904
Mi muy querido Murguía: remito usted por el propio correo la segunda dosis del libro de marras.
Como verá usted están ya levantando el último capítulo, aquel en el que el autor se propone exprimir lo más amargo. Después después vendrán las notas, donde, a dos columnas, transcribe el autor las contradicciones(sic) de que le hablé.
¿Qué le va pareciendo el cartapacio? Cosa rica ¿verdad?. Sobre todo, el estilo.
Al capítulo Colonias griegas, pienso meterle mano, y bien de firme. Toda la parte filológica del libro es la obra de un loco rematado. La discusión del illo acusa una ignorancia tan profunda y, sobre todo, una los osadía tan petulante y necia, que asombra. ¿ Y las etimologias del sacho, de la ameixa, del arnal, del bruar, del colo, del laxe, del cheirar, de la peneira, e cosi via discorrendo?. Prescindiendo de la voz caírento (página 248) que no he podido referir a ninguna lengua neo-latinas, todas, absolutamente todas las palabras que cita el autor se repiten en el latín vulgar, o en el provenzal, o en el bretón.
Lo del eu derivado del ego griego y no del ego latino es la más insigne atrocidad que cabe.
En fin, que por este camino… tampoco vamos a la regeneración.
De Victor Said Armesto a Murguía Pontevedra, 29 de Octubre, 1904
Le envío otra tanda más del consabido cartapacio. Como verá usted la obra está ya terminada, y sólo falta acabar con la impresión de las notas. De estas últimas, las que se refiere al capítulo Ni celtas ni suevos, son, como dije a usted feroces ( con feroz inocencia), pues allí es donde emplea páginas y más páginas en transcribir lo que el llama contradicciones de Murguía.
Cuanto más hojeo ese libraco, más me revuelve el saco de labios. El tono de gravedad donhermogeniana con que sostiene los mayores dislates lingüísticos, perdonando la vida a todo Dios y tratando a las mayores eminencias de igual igual, me crispa los nervios. Llevo tomado bastantes apuntes para darle una carrera en pedo. La interpretación que hace de lo dicho por Menéndez y Pelayo sobre nuestros poetas del siglo XIII (pág. 412 y sig) es la de un mentecato tocado de un cinismo fuera de marcas.
Al tratar ese punto, pienso darle una fregadura que le levante roncha, porque si así interpreta a Menéndez y Pelayo, cuyo criterio es tan claro y terminante ¿qué no hará con Avieno, Strabón y comparsa?.
Y a propósito: en los dos o tres artículos que preparo, me convendría atacarle, aunque sólo fuera de pasada, en lo que dice acerca de las madres gallegas y en lo referente a la inscripción de la Torre de Hércules de La Coruña. La opinión de Riega, contraria a la de usted, la desenvuelve en la pág 190; esto por lo que respecta a las Madres gallegas.
Y por lo que toca a la inscripción de la Torre, en la pág 184. Acerca de este último. Dice que no es posible saber de donde usted de 12 que ese discreción implique una consagración a las rocas puesto que se trata de un voto y de un voto a Marte.
Ahora bien, ¿me hace usted el favor, si no le es muy molesto, de suministrarme algunos datos que rebatan lo que Riega dice acerca de ambos puntos? Esto, en el caso de que usted no escriba algo, porque de hacerlo, ya yo transcribiré en mi trab, me basta con que usted acometa a Riega por esa parte. En suma: que si usted se resuelve a devolver personalmente el golpe, no necesita molestarse en mandarme los datos que le pidoajillo lo que usted diga sobre el particular; y aun cuando mi trabajo se publique antes que el de usted, para los efectos del palastrazo, que es lo que busco, me basta con que usted acometa a Riega por esa parte. En suma: que si usted se resuelve a devolver personalmente el golpe, no necesita molestarse en mandarme los datos que le pido .
De Victor Said Armesto a Murguía Pontevedra, 14 de Diciembre, 1904
Mi muy querido Murguía: Recibirá usted por el correo, los últimos capítulos de la rigolade oestrymnica.
Como dije usted el autor suprimió no pocos párrafos de las notas correspondientes al capítulo final. La nota 193 era extensísima contenía más de 30 contradicciones (síc) y recuerdo que empezaba de este modo “la humanidad nada recuerda de los misteriosos días de su aparición” (pág 441) Variante: “De tales tiempos queda un vago y confuso recuerdo” (pág iden). Y por este estilo seguía hasta apurar los tres primeros tomos de la Historia de Galicia.
Por exigencias tipográficas tuvo que quitar hierro, y reducir la burda letanía a las cuatro cantaletas que figuran en la expresada nota.
La dosis del veneno queda así reducida a menos cantidad. Pero si he de ser franco, le declaro que más que todas las dentelladas, suprimídas o no, más que todos los palastrazos y que todas las soberbias, me repugna y asquea el parrafillo fianl, por aquello que dijo el poeta:
“prefiero, vive Dios, en mi hidalguía,
lobo que muerde, a víbora que lame”
Cómo habra usted visto, el autor, desentendiéndose del celtismo para sostener sus disparatadas etimología es vasco-helénicas, acota no pocas veces con Miguel de Unamuno. Y es el caso que éste, encarta que acabo de recibir contestando a un interrogatorio mío, me dice:
“Desde hace algún tiempo leo bastante portugués, que no es, como usted sabe, más que gallego literario, y le puedo afirmar que todo eso del vascuence y del griego es puro embrollo y fantasmagoría. Abrigo la más arraigada convicción de que ninguno de esos idiomas ha influido en el gallego”
De Victor Said Armesto a Murguía Pontevedra, 10 de Febrero 1905
Mi querido Murguía: Por el mismo correo les remito la segunda tanda de artículos publicados por mi buen amigo García de Diego sobre las etimología de mi paisano. Los artículos de este no se los envío, porque para barbaridades basta con las de su obra; Pero si quiere verlos pídaselos a Martínez Salazar, que me consta los tiene.
Yo tenía preparada una andanada gorda, pero ocurrieron tales cosas que ya, dignamente, no puedo publicar nada sobre libro de ese buen señor. Es cosa seria que no puedo decir a usted por carta. Ya hablaremos. Ello es que tuve disgustos serios y que de todas veras lamento no poder arremeter contra un libro preñado de atrocidades y de verdaderas blasfemias históricas, etnográficas y lingüísticas.
Estas cartas fueron editadas por la Fundación Rosalía de Castro, en la revista Nº 4 de estudos Rosalianos.
Sobre las cartas me gustaría saber que opinaron estos dos señores cuando la Real Academia De la Historia Española denominara la obra “Galicia Antigua” de relevante mérito nacional y que el capitulo Oestrymnis Ophiusa. se publicó en el «Boletín de 1a Sociedad Geográfica de Madrid». correspondiente al tercer trimestre de 1905, para ser obra de un loco y de un ignorante no esta mal.
Por otra parte queda la incógnita de por qué Armesto no escribió los artículos contra el libro de Galicia Antigua “Yo tenía preparada una andanada gorda, pero ocurrieron tales cosas que ya, dignamente, no puedo publicar nada sobre libro de ese buen señor”.
Y más extraño resulta esto que encontré en la revista O Candil de Xaneiro 1996 Nº 8, es una biografía de Victor Said Armesto y en sus páginas encontré lo siguiente:
“Origen en vasco de la raza gallega autóctona’ -no que en certo xeito, coincidía co erudito don Celso García de la Riega en ‘Noticias de Galicia Antigua’– “
En fin, juzguen ustedes