Un Documento Muy Importante Para La Tesis Del Origen Gallego De Cristóbal Colón
Expongo un documento que me parece muy importante y a tener en cuenta a favor de la teoría del Colón Gallego
Artículo publicado en 1924 por la revista viguesa “Tierra Gallega” en el que hace referencia a un documento por el que D. Mariano Colón de Toledo, Duque de Veragua, que figura en el árbol genealógico general con el nº 64, vende una propiedad situada en Portosanto.
Importante Descubrimiento Para La Tesis Colón Español.
Con motivo de una reclamación judicial que se intenta sobre la propiedad de la finca denominada “La Puntada”, del lugar de Porto Santo en Poyo (Pontevedra). Inmediata a la casa situada en el mismo punto, en la que se conjetura que nació Colón, aparecieron dos interesantísimos documentos, uno de los cuales expresa que en 1796 el señor Duque de Veragua (descendiente de Colón, como se sabe), vendió a F. Troitiño de la parroquia de Pereira, Jurisdicción de montes (forcarey), la mencionada finca de la puntada con su casa y renta que en ella se cobraba, declarando el vendedor, o sea el Duque, que tal finca le pertenece por herencia de sus padres.
El otro documento, del año 1811, consigna un arrendamiento de la citada propiedad efectuado por el descendiente de Troitiño A favor de que fue procurador en Pontevedra D. Miguel de Diego, y en el cual hace constar el arrendador que la finca arrendada es procedente del señor Duque de Veragua.
El 12 de octubre de 1943 se publica en Faro de Vico un trabajo del abogado pontevedrés D. Felipe Ruza, entre otras cosas:
“pero yo no quiero ni debo ponerme sin dar a conocer en su facsímil un interesante documento que, por motivos profesionales ha estado en mi estudio, y con autorización del que me consultó, hice obtener de la fotografía del señor Barreiro, de esta ciudad. Y lo publico yo para poder responder bajo mi firma de su exactitud”
Pero el diario vigués, no solo no publicó el aludido facsímil, sino que, sorprendentemente, lo extravío. Y como el señor Ruza no incluyó en su artículo la transcripción del documento, se ha vuelto a hacer el silencio alrededor del mismo.
Tuvieron que transcurrir dos años hasta que se pudo, por fin, conocer el texto. El hecho tuvo lugar cuando el semanario madrileño El Español, con fecha 3 de marzo de 1945, publica un nuevo trabajo de D. Felipe Ruza, en el que comienza refiriéndose a dos años antes había publicado en Faro de Vigo, haciendo notar que en su inserción no se incluyó facsímil a que en el mismo se hace referencia, por cuya razón acompaña una transcripción literal del mismo, que recogemos a continuación:
“Hay un sello que dice: Carolus IV D.G Hispanorum Rex. Sello Quarto. Quanta maravedís. Año de mil ochocientos siete. En Bandeira, jurisdicción de Trasdeza a cinco días del mes de mayo año de mil setecientos noventa y seis, por ante mi escribano y testigos que a lo último irán señalados personalmente, constituidos de una parte el Sr Duque de Beragua, y dijo que desde hoy día de la fecha, y para todo tiempo de siempre jamás, por sí y sus herederos, vende y da en renta real perpetua a D. Francisco Troitiño, que también compra y se haya presente, vecino de la fa. de San Bartolomé de Pereira, jurisdicción de Montes, que también comprar para así y los suyos y a saber lo que el primero le vende y da en esta dicha venta real y perpetua la heredad llamada Puntada, sita en Porto Santo de Poyo, destinada a labradío, viñedo, robleda y pinal, con su casa de cuartos, cocina, bodega, lagar y cuadra confina Norte muro naciente y mediodía ría que la separa poniente muro y arroyo lleva en sembradura ciento diez ferrados poco más por menos, también le vende el derecho de percibir renta en dicha casa se cobra y de todo el entrega las escrituras que le constituyen y le pertenecen al Rsmo. Srñor Duque de Beragua por herencia de sus finados padres todo lo relacionado vende y da en esta dicha venta real y perpetua a D. Francisco Troitiño con todas sus entradas y salidas, aguas de riego y libre de toda carga real y otras pendiones en precio de cuarenta y ocho mil reales de vellón entrega en este acto el comprador al vendedor en presencia de mi Excmo. y testigos y la esperada cantidad me otorga recibo y carta de pago lisa y llana de que certifico, como confiesa que la referida heredad no valen más ni menos y que en caso de que haya alguna mayoría hace gracia y donación perpetua e irrevocable todo el que tiene podía ver y tener a lo que lleva vendido y renuncia y transfiere en el o en suyos como mejor le convenga y como autoridad de justicia pueda tomar posesión real y personal y se constituya en precario poseedor y se obliga con su persona y vienes que lo que lleva vendido le será cierto y el comprador acepta la venta hecha a su favor y para que mejor se emplea dieron todo su poder (hay una palabra ilegible) a la justicia mes de Setbre, como si por esta carta y lo que en ella contenido fue sentencia definitiva a de juez competente pasada en cosa juzgada y renuncia a todos de su favor Menred que les prohíbe así lo dicen y otorgan siendo testigos del presente Juan Corneira, Roque do souto y Antonio Bueno y Francisco Ferros, vecinos de esta fra. y de todo certifico yo el Duque, Francisco Troitiño ante mi Pedro Antonio Tomé todos rubricados”
La autenticidad de este documento fue puesta en duda por los enemigos de la tesis pontevedresa, basándose en un aparente anacronismo que resulta de una incorrecta lectura de los primeros líneas en las que dice:
“Sello Quarto. Quanta maravedís. Año de mil ochocientos siete”
Y a continuación se inicia el texto del documento:
“En Bandeira, jurisdicción de Trasdeza a cinco días del mes de mayo año de mil setecientos” si se lee solo hasta aquí, el anacronismo es evidente pero más adelante hay un testimonio que dice:
“Concuerda con su original Y de orden de…. a petición de D. Troitiño expido la presente en la jurisdicción de Trasdeza a beinte días del mes de agosto año mil ochocientos siete, lo que seguro y firmo y rubrico. En testimonio de la verdad Antonio de la Torre Dieguéz”
no se trata por tanto de un documento de 1796 extendido en papel con sello 1807, sino de una copia posterior a cuyo pie se testimonia que concuerda con el original
El 24 de mayo de 1929, página 15, Prudencio Otero remite al periódico “ABC” una copia con la ortografía de la escritura original, es la de 1796, este documento todavía no ha aparecido, sin embargo, a mi me parece importante y lo doy por cierto, por la cantidad de personajes presentes y que tuvieron contacto con el documento.
También menciona le documento Gorostola, Abogado y socio de la Sociedad Arqueológica de Pontevedra, apuntando a que lo tuvo en su despacho
Felipe Ruza En 1906 era decano del Colegio de Abogados, y autor de varios trabajos de jurisprudencia, publicados entre 1899 y 1918
Para mi este documento debe de existir y estar perdido en algún lado o desaparecido, solo por las personas que dicen por escrito el haberlo visto ya me merece todo el credencial posible