Cristóbal Colón, Gallego
Cristóbal Colón, Gallego
El Diario de Pontevedra 18 Junio 1910
Puesto que Harríase encontró diez y diez Giovanni Colombo en la Liguria á principios del siglo XV, no puede sorprendernos que á mediados del mismo hubiese muchos Doménicos con igual apellido. Se coge, pues, uno de éstos, tabernero en Saona, y se le convierte en el que, era tejedor ó en el que era vendedor; de quesos en Genova y poseía en ella dos. Cagas, que tal vez serían de dos Doménicos distintos; esas, casas parece que, fueron vendidas respectivamente en 1478 y 1477, pero en el intervalo en 1474, otro Doménico Colombo compra una casucha en Legina, por 25 libras que <<no, paga», habiéndose cruzado de brazos los vendedores.., hasta 1501, sin duda para darse el gusto de reclamar la deuda… ¿á quién? Pues á los tres hermanos Crietóbal, Bartolomé y Diego Colón; ¡Oh misteriosos designios de la Providencia!
Se añade que ese buen Doménico regresó á Génova en 1484 (tal vez no salió de ella) y que murió pobre en 1494.. sin saber que su hijó Cristóbal había descubierto «dos años antes», uu nuevo mundo. ¿Habrá mayor inverosimilitud? ¿Acaso estaba incomunicado en un calabozo?.Y sí estaba libre ¿podría ignorar él y sus amigos ó convecinos aquel portentoso acontecimiento, que asombró á las gentes y que debió muy pronto conocersé en Génova, pueblo de marinos, ya por la recepción que los Reyes Católicos hicieron á Colón en Barcelona, año 1493, ya porque eu Abril del mismo año se imprimió en esta ciudad, en la de Sevilla y poco después en Roma, la carta del Almirante acerca del descubimiento?¿No es singular que Gallo, Giustiniani, Floglieta y Trivigieno, cronistas contemporáneos, así como la misma Señoría de Génova y el duque de Ferrara, Hércules de Este, que en 1494 hizo muchas investigaciones, desconociesen en absoluto la existencia del tal Doménico, á quien se hace padre del Almirante, y la de su familia?
Pero volvamos al pisto de que hablaba, pues en él concurren detalles extraordinarios. La familia Cúneo fué la vendedora de dicha casucha de Legina y uno de sus individuos, Miguel, según carta suya á un amigo. Amari, acompañó á Colón en el segundo viaje de descubrimientos. El Almirante, para honrar a su gran amigo Cúneo, le «regaló» (como si hubiera podido hacerlo) una isla á la cual puso el nombre do «La bella Sabonesa>>; admitamos eso y resultará que si Colón se acordó de Itatía en los bautismos de tierras descubiertas, fué tan solo una vez y para «honrar á un amigo». Pues bien ¡y mucho ojo¡ esta misma agasajada familia Cúneo es la que luego reclama en Saona á los tres hermanos Colón, sin duda por gratitud, el pago de la deuda de la casucha comprada en 1474 por un Doménico Colombo ¿<<Risum tenestis?»
Tan singular demanda, documento que ha corrido la suerte de otros interesantes, es decir, «que ha desaparecido» (hizo bien en escabullirse), venia á probar, esta es la cosa, que los tres hermanos Colón eran hijos del tal Doméoico, en quien se fusionan los de Génova y el de Saona; tan preciso é inesperado documento, «único» que sirve para enlazar á dichos hermanos con un Dominico de Génova, surgió siglo y medio después de los sucesos y desde entonces, los patrióticos escritores italianos, partidarios de Génova, lo mencionan como visto y tocado por ellos. De igual manera, algunos partidarios de Saona escriben el embuste de que en 1618 había en la Catedral de Sevilla la sepultura de Almirante con este eficaz epitafio; «Hic jacet Christephoros Colómbis, «Saonensis».
Y bien, los Cuneo demandantes y el escribano podían ignorar que Colón y sus hermanos estaban en España con cuya declaración terminó el procedimiento. Por consiguiente, al «escribir» tal demanda sabían «previa y precisamente» que el proceso judicial sería del todo, dado que la jurisdicción de los tribunales genoveses no podían Ilegar á España ni ejercerse en ella. Por lo visto el <<papelear y escribir» esa demanda en Saona no tuvo otro objeto ¡maravillosa previsión! que el de hacer constar en el porvenir ante la indagatoria mirada de un buen Salinerio, que ese Doménico, ciudadano de Génova, natural de Quinto, habitante en Saona. cardador; tejédor, vendedor de quesos, tabernero, etc.» fué el padre de los tres hermanos Colón y, por lo tanto, del descubridor de América.
De este y de otros papeles colombinos, dicen dos escritores italianos, Belloso y <<Celaus» (Peragallo), el uno «qué
parecen falsos y el otro que son <<una folia de falsitá>>
Desaparecidos ó extraviados tales pálpeles, se arguye que «no importa», porque han sido vistos, tocados, admitidos ‘y comentados por bastantes persona, italianas por supuesto; pero lo mismo sucede exactamente con la partida de nacimiento de Colón en Calvi, Córcega, otro papelito desaparecido, que á su vez ha sido visto, tocado y leído por muchos testigos, corsos, naturalmente, uno de ellos M. Giobega, prefecto de dicha ciudad, en la cual bulo también un Domtínico Colombo,
Por otra parte, el Almirante no pudo hacer á Cuneo ni á nadie donación de una isla, pues no estaba autorizado para ello y todas las tierras que descubría pertenecían desde luego a España. Pero la carta de Cuneo á Amari contenía la frase de que «á Génova corresponde la gloria de Colón», frase que era la madre del cordero, es decir, el objeto principal de tal documento.
Otro papel sorprendente es el relativo á un contrato, «redactado en latín», por virtud del cual ciertos hermanítos Colombo, naturales y habitantes de Quinto, conciertan que uno de ellos venga á España á ampararse del Almirante, <<pariente de ellos», con la obligación de repartir luego entre todos los ganancias que obtuviera..No se puede concebir nada tan descabellado, á lo menos como contrato escrito: el caso no necesita comentarios.
Celso García de la Riega,