Literatura Galaica IV
Almanaque Gallego 1909
Literatura galaica
Aparte de que la afición poética era muy general, como lo prueba la abundancia de trovadores galaicos, no igualada, ni mucho menos, en ninguna otra región de la península, bien pudo brotar en Galicia lo que se supone importado del extranjero—¡y qué extranjero!—; ya hemos visto que para ello los gallegos de aquellos tiempos tenían mejores antecedentes históricos y condiciones que los bretones de Francia ó de Inglaterra. Ya que existen sólidos fundamentos, justo es reivindicar para Galicia lo que le corresponde legítimamente.
Sin el hallazgo de los cancioneros, nadie hubiera podido afirmar que la poesía lírica galaica había florecido en el siglo XIII.
Antes de mediar el XII, las peregrinaciones á Compostela se verificaban principalmente por castellanos, leoneses y galaicos (1). Las extranjeras eran de poca importancia; tomaron incremento después de propagarse por la cristiandad la noticia de la aprobación que los papas Calixto II é Inocencio II dieron á mediados de dicho siglo al relato de los milagros del Apóstol é Invención de su sepulcro en Galicia, pues con tan alta y definitiva sanción quedaron anuladas las pretensiones de tres pueblos europeos acerca de la posesión del cuerpo de Santiago, que eran Tolosa de Francia, la iglesia del Monte San Grigiano, extramuros de Verona y una villa del Milanesado llamada Zibita ; además, el primero de dichos papas concedió una indulgencia plenaria. Entonces fue cuando se promovió en todas partes el ardor de las peregrinaciones á Compostela. Y es evidente que no habría de surgir casi de súbito en la región galaica la poesía lírica que revelan los cancioneros, en los cuales hay, sin duda, composiciones del mismo siglo XII, que podemos considerar contemporáneas de los lais bretones. Los ilustres filólogos F. Diez v M. Meyer (no eran franceses) reconocen en las obras de nuestros trovadores los elementos y los caracteres de tinta antigua poesía popular.
Por demás está decir que la lengua usada en esta poesía era la vulgar, la que hablaban todas las clases, que no se confundía con la latina. Ya San Isidro (siglo VII) exhibe palabras de esa lengua y todos los documentos de los siglos sucesivos, redactados por malos latinistas, por la intercalación de varias voces, acusan la existencia de un idioma popular, corriente y general; sólo así podremos entender las prevenciones de los concilios ordenando. ya que no se concediera ingreso en el sacerdocio á quienes no supiesen el latín, ya que los clérigos lo estudiasen yaprendiesen bien. Claro es que ese lenguaje corriente se nutría con una gran parte del vocabulario latino; pero de todos modos siempre hubo de tener aptitud tanto para la poesía popular como para otra más culta y artística (2), y nada quiere decir, repito. que no se conserven obras literarias ó poéticas de aquellos tiempos, por más que lo deploremos.
En conclusión, la llamada materia de Bretaña no fué en Galicia iniciadora de una literatura, ni despertadora de una inspiración, que ya existían y debían existir en nuestro país desde antigua fecha.
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Estos fueron quienes acaso aplicaron á la leyenda de Santíago Matamoros el caballo blanco que La tradición atribuía al mata-romanos Viriato. El ilustre escritor portugués Teófilo Braga -menciona esta tradición en su libro <<Rapsodias de grandes epopea de un pequeño pavo>>.
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El don Alfonso VI en 8 deMarzo de 1108, ordenó que las cartas de compras y ventas se escribieran en lengua vulgar y que á ella se tradujesen los libros de la Biblia. Esta lengua no podía ser otra que la galaica, que por lo visto se consideraba en condiciones de aptitud para tan importante objeto. Los sucesos públicos impidieron sin duda la ejecución de dicha orden con respecto á su segunda parte. La primera pudo haberse cumplido, pero no es de extrañar que no se conserven documentos.
Celso García de la Riega, Mayo 1908